Para este 2022 las economías de Latinoamérica siguen en su camino de recuperación económica, tras dos años de pandemia. No obstante, en este año los retos de recuperación dependen de factores como un control de la inflación, abastecimiento de materias primas, políticas monetarias, entre otros.
Jamez Hernández, presidente y cofundador de Trust Corporate, aseguró que luego de un año complejo para los gobiernos, las empresas y sus trabajadores producto de la pandemia y su impacto en la economía, los desafíos para los mandatarios, autoridades locales y el sector empresarial de la región deberán enfocarse en su capacidad para articular medidas y estímulos eficaces para promover la productividad, impulsar la reactivación económica y la generación de empleo.
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El Banco Mundial estima que el crecimiento de la economía de América Latina disminuirá a un 2,9%. Gran parte de la región tardará mucho en lograr recuperarse plenamente y volver a los niveles de producción anteriores a la pandemia.
En particular Hernández describe siete factores que moldearán las economías durante este año, y que a su vez dictarán qué tanto crecerá el país durante este periodo de recuperación.
1. Tasas de interés. Los bancos centrales del mundo han adoptado políticas económicas expansivas durante el 2020 y 2021 pero para este año nuevo es posible que se revierta esa tendencia, por lo que veremos un incremento en las tasas de interés, lo que significa que el costo de los créditos será mayor.
“Factores como el presentado en Estados Unidos, donde en octubre pasado se presentó una inflación interanual del 6,2 %, la más alta de los últimos 30 años, afectarán directamente en la economía de la región. Los países que se podrían ver más afectados son Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú”, comenta Hernández.
2. Dólar y la devaluación de las monedas locales: Las monedas de las mayores economías de Latinoamérica sufrieron durante el año pasado fuertes caídas frente al dólar, debido a la incertidumbre y cambios en las decisiones políticas.
Una de las razones que explican este fenómeno, según Hernández, es que hay una ola de cambios políticos e incertidumbres que están afectando el mercado cambiario, lo que se verá reflejado en el encarecimiento de las importaciones, el valor de los automóviles, electrodomésticos y juguetes, además del incremento del valor en la canasta familiar en un 20% en toda la región.
3. Criptomonedas: Actualmente hay más de 16.701 tipos de divisas digitales. Los países latinoamericanos con mayor actividad en esas divisas, según reportó la plataforma de estadísticas Coin Dance, son Colombia con el 45% de la región; Perú (13%); Chile (12%); México (11%) y Brasil (11%).
“Este tipo de activos llegaron para quedarse, y a pesar de su inestabilidad, la tendencia indica que serán cada vez más comunes y los gobiernos se sumarán a su regulación”, explica Hernández.
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4. Aumento en la demanda del petróleo: Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se espera que la producción mundial del crudo alcance este año los 99,5 millones de barriles diarios, cifra que superará los niveles presentados antes de la llegada del COVID-19.
Esto deriva de la escasez en la oferta y el alto precio que viene presentando el gas natural y el carbón. El incremento en el valor de la energía y el alza del crudo provocará una subida en el galón de la gasolina, que junto con el aumento de los derivados del petróleo, incidirán en los precios de la cadena de suministros y consumo de las personas para este año.
5. Inclusión financiera: Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las medidas de distanciamiento social impulsaron el proceso de digitalización de las transacciones, al incentivar la utilización de servicios y canales financieros no presenciales.
“Durante este año la economía global se verá expuesta a diferentes factores que deberían motivar a las personas a estar preparadas en mayor o menor medida a sus efectos”, concluyó Hernández.