La propuesta para que el Ministerio Hacienda emita bonos “cero cupón” a plazos amplios, de hasta 10 años, ayudaría de manera inmediata a solventar los problemas de liquidez del Gobierno, pero en el largo plazo, con un mal manejo de las finanzas públicas, se puede transformar en una bomba de tiempo que de explotar podría llevar al abismo al país.
Diversos especialistas consultados por EF coinciden en que el buen uso de esta herramienta podrá traer los resultados esperados en el corto plazo, pero esta práctica sin reformas estructurales en las finanzas públicas solo ampliría el costo, porcentaje y plazos de la deuda.
Por medio de este instrumento de financiamiento, el Gobierno Central podría colocar deuda a un largo plazo sin la necesidad de estar pagando periódicamente un cupón de intereses, lo cual le permitiría mejorar el flujo de caja para abastecer las necesidades de financiamiento inmediatas.
“Con este tipo de instrumento, durante 10 años el Estado no va atener que pagar interéses pero los va a pagar al vencimiento con creces”, comentó el economista Gabriel Alpizar.
Sería entonces una especie de puente o respiro para las finanzas gubernamentales. Sin embargo, no brindaría una solución permanente, pues lejos de disminuir el porcentaje de deuda se “patearía la pelota” del costo de los pasivos a 10 años.
El economista Vidal Villalobos fue quien puso esta propuesta sobre la mesa del diálogo multisectorial convocado por el Gobierno, que concluyó el pasado 21 de noviembre. En sus palabras, lejos de bajar el porcentaje de deuda, el objetivo del instrumento es ampliar el tiempo para que el Gobierno pueda hacer una reforma estructural que le permita mejorar sus finanzas.
“La deuda no la estamos bajando, los intereses tampoco, pero el flujo de caja es donde el Gobierno está muy apretado y con estos cero cupón podremos trasladar la deuda en el tiempo”, agregó el economista.
Pese a que esto es un alivio temporal en términos de flujo de caja, en el largo plazo el Gobierno Central deberá buscar herramientas de gestión de pasivos de manera tal que no se “acumule” el monto total de vencimientos en 10 años o más.
Actualmente, el Gobierno se encuentra realizando cambios regulatorios y operativos para poner en marcha el instrumento, a partir del primer mes del 2021.
Villalobos aseguró que esta herramienta solo será útil bajo el supuesto de que se haga una reestructuración de la finanzas públicas y se efectúe la renovación o canje de deuda.
“Si nosotros más bien terminamos deteriorando las métricas, el instrumento se puede volver una carga pero la idea es tirar un puente de deuda a ocho o 10 años”, agregó Vidal.
Alpizar, por su parte, confirma que la clave de este tipo de emisión está en el uso que se haga de los intereses no pagados en los primeros años.
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Gestión de deuda
Sobre este instrumento, Isaac Castro, viceministro de Egresos, aseguró que un bono cero cupón bien valorado permite un ahorro del gasto financiero, pero confirmó, nuevamente, que dependerán de los elementos de gestión de deuda para reducir el déficit fiscal.
“La gestión de deuda trabaja sobre los componentes de intereses, es decir, estamos haciendo un ajuste sobre el déficit financiero. No es patear la pelota a más años, es tratar de hacer más solvente la deuda para que nos sigan refinanciando”, agregó el jerarca.
Freddy Quesada, gerente general de INS Valores aseguró que los inversionsitas de Costa Rica no están acostumbrados a comprar títulos cero cupón a largo plazo por lo que el emisor, que en este caso es el Gobierno deberá buscar una manera de ‘premiar’ al inversionsita con mejores rendimientos, lo que implicaría un costo más alto de la deuda a largo plazo.
Actualmente, los portafolios que administran las operadoras de pensiones tienen los vencimientos de más largo plazo, inclusive al 2027, el 74% de los vencimientos corresponden a este acreedor.
Los bancos, por otra parte, son los que cuentan con la mayor cantidad de vencimientos en el corto y mediano plazo.
Datos al 31 de octubre de Tesorería Nacional, muestran que, para el primer semestre del 2021, el Gobierno Central deberá cancelar ¢945.792 millones pero para el segundo semestre ese monto aumentaría a ¢2 billones.
Adicionalmente, el gasto en pago de intereses del Gobierno Central sigue creciendo, las cifras fiscales muestran que a octubre este rubro aumentó 13,55% respecto a los primeros 10 meses del 2019; aproximadamente ¢175.466 millones más, lo que representa 0,50% del PIB.
A la fecha, el gasto total en intereses es de ¢1,5 billones, lo que representa una presión en términos de liquidez para el Estado.
¿Cómo funciona el Cero Cupón?
A diferencia de los bonos tradicionales, en los títulos cero cupón no se paga un interés periódico durante su vigencia. No existe un cupón periódico que pague une rentabilidad, sino que esta se deriva de la diferencia entre el precio de adquisición y el precio de reembolso del bono.
Adriana Rodríguez, gestora de Portafolios de Inversión en BCT Valores Puesto de Bolsa explica que este instrumento no demanda flujo de caja, pero a nivel contable sí se está emitiendo la deuda, por ende, se está aumentando el saldo.
“El hecho de que no tenga cupón no significa que no tiene rendimiento, tiene el rendimiento que pide el mercado y a nivel contable se debe ir registrando una amortización”, agregó Rodríguez.
Dado que los intereses van implícitos en el bono, normalmente se emiten con descuento, es decir, que el precio de adquisición es menor al precio de reembolso (valor facial).