Los bancos públicos del país pasaron por un duro inicio del 2018, producto de poca colocación de crédito, variaciones en el tipo de cambio, mayores exigencias de provisiones regulatorias, entre otros factores.
La presión de estos factores se ha evidenciado en los resultados del primer trimestre, ya que, según los datos publicados por la Superintendencia General de Entidades financieras (Sugef), los bancos públicos y el Banco Popular tuvieron un decrecimiento en sus utilidades.
De los tres, el que tuvo la mayor caída fue el Banco Nacional, cuyas utilidades decrecieron 51% con respecto al año previo.
El Banco de Costa Rica (BCR) y el Banco Popular mostraron reducciones de 8% y 11% respectivamente.
En este recuento no se incluyó a Bancrédito debido a que se encuentra intervenido y desde el 2017 salió de la intermediación financiera.
Sin embargo, registró un resultado final con pérdidas de ¢4.427 millones.
A marzo del 2017, Bancrédito aún registraba utilidades, por ¢141,5 millones.
Estos elementos no solo afectaron a los bancos públicos: solo cinco de las 15 entidades financieras que conforman el sistema bancario del país tuvieron crecimiento en las utilidades.
El resto, advirtieron decrecimientos de entre 8% y 76% en esos resultados trimestrales.
Quienes tuvieron mayor crecimiento en los ingresos fueron los bancos Cathay y Citi, seguidos por el BAC y Davivienda.
Por otro lado, los que tuvieron la mayor caída en los resultados fueron Scotiabank y Prival.
El Nacional fue el quinto banco con mayor decrecimiento en utilidades, seguido por Promerica, Improsa, BCT, Banco Popular y el BCR.
Motivos en común
El comportamiento de la caída de las utilidades de la banca está asociado a factores particulares de cada banco; sin embargo, tienen en común varias de las situaciones que los afectan.
Entre ellas, las mayores exigencias por provisiones regulatorias correspondientes especialmente a créditos en dólares, cuyo impacto será más evidente en los resultados de este año, pues fueron aplicados hacia finales del 2016 e inicios del 2017.
Esto último afectó principalmente a los bancos privados, que son los que ofrecen más créditos en dólares y captan en mayor medida en esa misma moneda.
El lento crecimiento del crédito es un factor que perjudicó las finanzas de los bancos en el 2017 y que también las quebrantará a lo largo de este año.
Esto último se le atribuye en parte a la incertidumbre que generó el período electoral y la que genera actualmente el déficit fiscal y las decisiones que se tomen al respecto.
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Para el 2018, el Banco Central prevé en su programa macroeconómico que el crédito en moneda nacional crezca 10,9%, 0,9 puntos porcentuales menos que el año anterior y prevé que el crédito en moneda extranjera crezca 1%, por lo que es de esperar que el resultado de la intermediación financiera de la banca se vea disminuido.
Para Luis Carlos Rodríguez, subgerente financiero de Banco Promerica, el estado de la banca también se deriva de temas de valuación por tipo de cambio, sobre todo en las entidades que tienen posiciones monetarias más holgadas, es decir, en entidades más grandes.
Específicamente en marzo de este año, un cambio en las expectativas de depreciación de corto plazo hizo que el tipo de cambio se apreciara ¢4,72, lo que implicó un impacto total de $23 millones sobre los resultados del sistema bancario, comparados con el mes de marzo del año previo.
En el primer trimestre solo tres de las quince entidades bancarias aumentaron su resultado de intermediación financiera con respecto al mismo período del 2017.
Para todos los demás, el resultado de fue menor.
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El Banco de Costa Rica tuvo un descenso de 2,82% en el primer trimestre del 2017, pero este año –para el mismo período– la caída fue de 7,52%.
El Banco Nacional, que creció 3% en sus ingresos por intermediación en el primer trimestre del 2017, tuvo una reducción de 0,42% en el mismo período del 2018.
Promerica, BCT, Banco Popular y Scotiabank tuvieron una operación con menores resultados en comparación con el año anterior, mientras que el BAC, Citi, Cathay y el Banco General tuvieron más ingresos.
Lafise, BCR, Banco Prival y Scotiabank Transformándose, por su parte, registraron ganancias por debajo de cero.
Según explicó Juan Carlos Corrales, gerente general del Banco Nacional, la banca ha sufrido también las consecuencias de un mayor costo de los recursos de captación y el bajo crecimiento de la actividad económica, que no ha beneficiado las carteras de crédito, el principal motor generador de ingresos de los bancos.
Casos particulares
Existen condiciones particulares de cada entidad que hicieron de los tres primeros meses del año una cuesta empinada.
Según Ingrid Guzmán, subgerente de Apoyo al Negocio de Scotiabank, la caída del 67% en sus utilidades durante el primer trimestre responde a una mayor carga operativa que se deriva del proceso de integración de Scotiabank y Scotiabank Transformándose, que ya se encuentra en su fase final. Además, está el desarrollo de plataformas para servicios compartidos.
Los resultados de Scotiabank se mantendrán este año, mientras culmine el proceso de integración y migración de servicios tras la adquisición de las operaciones de consumo de Citi en Costa Rica y Panamá, un hecho que mantendrá altas cargas operativas que recaerán en las utilidades.
Promerica, por su parte, que tuvo una caída del 38% en las utilidades, atribuye el decrecimiento a temas relacionados con la variación en el tipo de cambio y la necesidad de cubrir los riesgos relacionados con la revaluación del colón con respecto al dólar en el primer trimestre.
El Banco Nacional que fue de los tres bancos estatales el que tuvo la mayor caída, de 51,5%, atribuye el resultado a un aumento en el gasto por estimaciones de crédito provocado por las reservas realizadas por el deterioro del portafolio de crédito en la mayoría de las actividades económicas y el incremento del costo financiero de los recursos.
Otros, como el Banco Cathay, que entra en la categoría de banco boutique, es decir, banco pequeño, tuvo resultados positivos en sus utilidades y mantuvo un esquema de ahorro en gastos administrativos y operativos y reducción del costo financiero que ha ayudado a mantener el crecimiento en los ingresos.
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A marzo del 2018, el sistema bancario realizó estimaciones y recuperación de activos por $37,8 millones, una partida que registró un crecimiento de 41% con respecto al año previo, mientras que la cartera de crédito de todo el sistema bancario solo creció 2,8%, explicó Luis Brenes, gerente de finanzas de Lafise.
Los bancos continúan expectantes a que las condiciones de la economía mejoren a final de año, producto del cambio de gobierno y la posible aprobación de la reforma fiscal, que según el resultado, podría hacer que regrese la confianza hacia la economía y que el crédito se dinamice.
*Este reportaje fue modificado luego de su publicación*