El riesgo de tener deudas en dólares sigue siendo una preocupación primaria para el Banco Central de Costa Rica (BCCR) y así lo hace ver la reciente decisión de su junta directiva.
El pasado 6 de mayo los jerarcas de la entidad decidieron que las operaciones de endeudamiento externo de las entidades financieras en moneda nacional o extranjera deberán estar sujetas al encaje mínimo legal.
Lo anterior implica que de los nuevos préstamos que pidan los bancos tendrán que separar un 15% del saldo y enviarlo a una cuenta en el Banco Central.
Este encaje funcionaría de una forma similar a como opera el que se aplica a los depósitos de cuenta corriente y otras operaciones de captación.
Al 13 de mayo pasado no había sido publicado en La Gaceta , pero la intención del BCCR es que su vigencia sea a partir del 1.° de julio de manera gradual. .
El presidente del Central, Olivier Castro había anunciado esta medida el pasado 31 de enero cuando dio a conocer el Programa Macroeconómico 2015-2016.
En ese plan se argumentó que la decisión tiene como propósito reflejar en las tasas de interés los riesgos asociados al uso de recursos externos en el proceso de intermediación financiera.
El nuevo encaje se aplicaría sobre el saldo de las nuevas operaciones de endeudamiento de mediano y largo plazo a partir del 1.° de julio. También alcanza a las entidades que deben hacer la denominada reserva de liquidez, entre ellas están las cooperativas de ahorro y crédito.
No obstante, la decisión genera inquietud entre los banqueros, pues la consideran una obligación que terminará por encarecer el crédito.
Gerardo Corrales, gerente general del BAC San José, considera que la acción incrementará las tasas de interés en dólares y se convierte en un impuesto para los usuarios.
“Si el Central quiere desestimular el crédito a no generadores de divisas, en vez de irse por esta vía y castigar por igual a exportadores, que sí generan y ya están golpeados por la apreciación del tipo de cambio, debería irse por la vía de abaratar los colones, por ejemplo reduciendo los encajes en esa moneda”, dijo Corrales.
El presidente de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), Gilberto Serrano, tiene un criterio similar, considera que esta es una distorsión que llega a sesgar la decisión de los agentes económicos y que al final encarece el margen de intermediación.
“Costa Rica es un país importador de capitales y la disposición del Banco Central va en contra de la reactivación económica”, agregó el representante de los bancos.
El presidente del BCCR, Olivier Castro, comunicó que un descenso en el encaje de colones sería un incentivo para el endeudamiento en esta moneda, pero señaló que crearía un exceso monetario que la entidad tendría que esterilizar con el respectivo costo financiero.
Control de riesgos
La medida pretende nivelar las condiciones entre el fondeo local y el internacional de los intermediarios bursátiles. Desde ese punto de vista sería una medida sana, dijo el economista y el expresidente del Banco Central Francisco de Paula Gutiérrez.
Sin embargo, reconoció que este encaje encarece la obtención de recursos externos y eso al final debería reflejarse en un incremento de las tasas activas en moneda extranjera, que son las que se cobran por los préstamos.
En Costa Rica las tasas de interés de préstamos en dólares están por debajo de las que se cobran para los que están en colones. Esa condición ha hecho que algunos deudores prefieran las deudas en moneda extranjera aunque sus ingresos sean en colones.
Precisamente lo anterior ha preocupado por varios años a las autoridades del BCCR, pues ante un incremento importante en el precio del dólar puede darse un ascenso en la morosidad.
El mensaje predominante desde los reguladores del mercado ha consistido en que las entidades deben prestar en moneda extranjera a quienes ganan en dólares.
Más allá de esa razón hay otro objetivo, el de reducir la dolarización en la economía y así hacerla menos vulnerable ante variaciones del tipo de cambio, que desde el pasado 1.° de febrero se encuentra en un sistema de flotación administrada.
Para Gabriel Alpízar, gerente de riesgo del Banco de Costa Rica (BCR), el encaje aumentará el costo de los recursos que utilizan las entidades financieras y estrujará el margen financiero.
Alpízar confirmó que en lo que resta del 2015 no recurrirán a nuevos financiamientos externos.
Bajo la nueva medida, operaciones como la emisión de bonos internacionales, que en el pasado han hecho los bancos de Costa Rica y Nacional deberían reservar hasta un 15%.
De esa manera, si el BCR decidiera hacer un nuevo bono por $500 millones, como el anterior, entonces debería separar $75 millones como parte del encaje.
En Costa Rica la reglamentación actual exige que bancos, financieras y mutuales reserven un 15% de los depósitos y obligaciones a la vista, a plazo y otras operaciones de captación.
Ese dinero se destina a una cuenta especial en el Banco Central y no se reconocen intereses.
A diciembre del 2014 el Central sumó en encaje mínimo legal en moneda nacional ¢950.721 millones y el equivalente a ¢924.455 millones en dólares.
El encaje en colones experimentó una caída en el saldo entre agosto del 2013 y el mismo mes del 2014. En la última parte del año pasado la tendencia se revirtió.
El encaje sobre la moneda extranjera ha tenido una tendencia de aumento más duradera. Esta se inició desde febrero del 2014, justamente cuando el tipo de cambio mostró un aumento súbito que lo separó del límite inferior y hubo una reacción por parte de los ahorrantes de aumentar sus cuentas en dólares.
Nuevas reglas
Acuerdo de la junta directiva del Banco Central del pasado 6 de mayo del 2015 sobre el encaje mínimo legal al de endeudamiento externo.
Gradualidad: El encaje se aplicaría a partir del 1.° de julio del 2015 con un 5% sobre el saldo de las nuevas operaciones, el 1.° de agosto pasará a 10% y el 1.° de setiembre llegará al 15%, aplica de la misma manera para la reserva de liquidez.
Excepciones: Se exceptúan operaciones como préstamos otorgados por el Banco Central y captaciones a más de ocho años plazo para créditos de vivienda.
Fuente BCCR.