La autoridad monetaria costarricense deberá pagar entre este año y marzo del 2021 los $1.000 millones más un estimado actual de $125,8 millones en intereses sobre el préstamo que solicitó al Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR).
La operación se utilizó para engrosar el nivel de las reservas monetarias internacionales, que habían caído después de varios episodios de volatilidad del tipo de cambio, vividos en el 2017.
El Central decidió entonces pedir $1.000 millones al FLAR como un mecanismo para mantener la confianza de los agentes económicos en la autoridad.
El monto se deberá cancelar en ocho pagos trimestrales durante los próximos dos años. El último de los pagos del FLAR deberá hacerse en marzo del 2021, un año antes de que venza la actual administración.
Para cancelar este préstamo la autoridad tendrá que ajustarse durante el 2019 y 2020 a cancelar $125 millones en amortizaciones cada tres meses más los intereses. La operación está ligada a la tasa Libor de tres meses más 334 puntos base, por lo que el monto puede variar con el tiempo, según explicó el Banco Central a EF.
La Libor a tres meses al pasado 8 de abril marcaba un nivel de 2,58 %, por lo que el total actual es de 5,92 % anuales.
Todo esto, bajo el supuesto de que la Reserva Federal no decida aumentar las tasas de interés durante este año y el próximo, y de esta forma, no se incrementen tampoco las tasas de referencia.
Según la información remitida por el BCCR, este préstamo incluyo un año de gracia en el pago de amortizaciones. No obstante desde setiembre del 2018 se han pagado los intereses que suman en este momento $57,8 millones.
Si las tasas de referencia se mantienen tal y como están en este momento, el Central terminará pagando un total de $1.125,8 millones con intereses incluídos, pero la cifra depende del comportamiento que tenga la Libor en el periodo.
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¿Era necesario?
Según explicó Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), la razón para solicitar un crédito fue fortalecer la posición de las reservas y aumentar el blindaje financiero del país.
“En la práctica, contar con un nivel mayor de reservas permitió al país atender los compromisos externos sin contratiempos y hacer frente a las presiones del mercado cambiario, particularmente en la segunda mitad del 2018, cuando, en el contexto de la discusión de la reforma fiscal, había una gran incertidumbre”, aseveró Cubero.
A pesar de esta afirmación, no todos concuerdan.
Especialistas aseguran que la solicitud de los recursos se hizo para lograr mantener el precio del dólar ‘fijo’ una práctica recurrente en la anterior administración.
El economista Gerardo Corrales, comentó que no estuvo de acuerdo con el préstamo, especialmente por el costo financiero que representa, evidenciado en la amortización e intereses.
“Era innecesario un costo financiero tan alto, simplemente con el propósito de mantener el tipo de cambio fijo. Al final lo lograron, solo fluctuó 5% anual”, explicó Corrales.
Para el economista y exdirector del Banco Central, Luis Mesalles, valorar la situación en retrospectiva es más fácil, sin embargo, admite que no había tanta necesidad de endeudarse.
“Son intereses que pagamos por recursos que no hacían falta. En ese momento había incertidumbre y si el Central hubiera tenido que, por ejemplo, enfrentar una corrida de divisas, no lo hubiera logrado. Fue una medida de confianza”, explicó Mesalles.
Para el economista, hubo que valorar en ese momento si había otra forma de generar esa confianza, por ejemplo, con una línea de crédito disponible a la que pudieran acceder si era necesario, algo que hubiera sido una posibilidad con menor costo financiero.
Impacto sobre el mercado cambiario
Dado que los pagos derivarán de las reservas, y estas de compras de dólares en el mercado cambiario, surge la inquietud de si los pagos podrían llevar a que el tipo de cambio suba.
Para el Banco Central, el nivel de reservas actual es comparable con el que se registraba hace un año, después del desembolso de recursos del FLAR por lo que existe holgura para hacer frente a los pagos.
Según Cubero, no se espera mayor impacto sobre el mercado cambiario.
En la revisión del sector externo del Programa Macroeconómico del BCCR, se espera que las reservas suban $1.000 millones durante este año,debido a la eventual aprobación del proyecto de Eurobonos.
Según una consulta realizada por Corrales al Banco Central, este ingreso considera la amortización del FLAR.
Para Corrales, este año existe la posibilidad de que veamos en el mercado una sobre oferta de dólares, por la entrada del dinero de los posibles créditos multilaterales que está solicitando el Gobierno.
Esto llevaría a que se aprecie el colón y baje el precio del dólar, un escenario beneficioso para los pagos que debe hacer el Central.
Mesalles aseguró que, si el dinero se saca de las reservas, no habría ningún efecto.
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Sin embargo, si el Central acude al mercado a comprar dólares para realizar los pagos, generaría presión al alza en el precio de la divisa, lo que se traduciría en un efecto inflacionario.