El presidente del Banco Central Europeo (BCE) rechazó este martes las acusaciones de Donald Trump de manipular las tasas cambiarias a favor de la zona euro, tras indicar que podría bajar de nuevo las tasas de interés para estimular su economía.
"Nuestro mandato es la estabilidad de los precios (...) y no tenemos objetivo de tasa de cambio", explicó Mario Draghi durante un seminario del BCE en Portugal, en reacción a las críticas del presidente estadounidense.
Por la mañana, Draghi señaló la disposición de la entidad a bajar sus tasas de interés tras tres años de estancamiento.
Si bien esta posibilidad ya había sido mencionada a principios de junio, sus declaraciones fueron percibidas por Trump como una maniobra para hacer bajar la tasa de cambio del euro respecto al dólar e impulsar así las exportaciones europeas.
"Mario Draghi acaba de anunciar que podrían darse más estímulos, lo que inmediatamente hizo caer al euro ante el dólar, haciéndolo injustamente más fácil para ellos competir con Estados Unidos", denunció Trump en la red Twitter.
Los europeos "lo hacen impunemente desde hace años, como China y otros", agregó Trump, acusando una vez más a sus socios internacionales de manipular sus tasas cambiarias.
Por su lado, los mercados europeos reaccionaron con fuertes alzas de hasta 2,20% en el caso de París o 2,03% en Fráncfort. Por su parte el euro perdía 0,30% frente al billete verde, hasta 1,12 dólares.
Draghi, que en octubre abandonará el cargo, habló en general de "medidas de reactivación suplementarias", que "serán necesarias" si la inflación continúa alejándose de un nivel ligeramente inferior al 2%, el objetivo del BCE.
"Las nuevas reducciones de tasas de interés y las medidas de atenuación para limitar los efectos secundarios siguen formando parte de nuestras herramientas", dijo el banquero italiano en el seminario anual del BCE que se celebra en Sintra (Portugal).
Los tipos de interés del BCE se mantienen en niveles históricamente bajos desde marzo de 2016.
Vuelco
"Es la indicación más clara, hasta el momento, de que el Banco Central va a reducir las tasas de interés y relanzar su programa de compra de activos en los próximos meses" si la inflación no despega, estima Andrew Kenningham, de Capital Economics.
Para Frederik Ducrozet, analista en Pictet Wealth Management, "la apertura de Draghi a la baja de las tasas" también está vinculada a posibles movimientos cambiarios provocados por la política monetaria de Estados Unidos.
La Reserva Federal estadounidense (Fed) se reúne el miércoles, y los inversores esperan "indicaciones de que un recorte de las tasas ya se encuentra en camino o casi", según Tangi Le Liboux, estratega del corredor bursátil Aurel BGC.
Estas especulaciones marcan un vuelco de las expectativas de un lado y otro del Atlántico; hasta estos últimos meses, la principal pregunta era saber cuándo y en qué punto los dos bancos centrales van a subir sus tasas.
Pero el deterioro de la coyuntura mundial, combinado con las tensiones mundiales entre Estados Unidos, China y la Unión Europea (UE), han empujado a los bancos centrales a suavizar sus discursos.