El Banco Central de Costa Rica (BCCR) dejará de acuñar monedas de ¢5 colones a partir del miércoles 1.° de enero del 2020. Sin embargo, las 715 millones de piezas de esta denominación que se circulan en la economía nacional se mantendrán como medio de pago vigente.
La fabricación de cada moneda de ¢5 le cuesta al Central ¢7,10, lo que se traduce en una pérdida nominal de ¢2,10 por pieza. El alto costo persiste pese a que desde el 2004 se imprimen en aluminio, el metal más barato disponible para este fin.
El BCCR aduce que existe poco uso y baja recirculación de esta moneda en el mercado doméstico.
“A pesar de que el Banco Central ha puesto en circulación 715 millones de esas piezas (un promedio de 143 monedas de ¢5 por cada ciudadano), y que mensualmente salen a circulación alrededor de 4,5 millones de nuevas piezas de esa denominación, distintos sectores alegan dificultades para abastecerse”, informó la entidad en un comunicado.
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En otros países la vida útil de las monedas de más baja denominación se reduce conforme pasa el tiempo. Una vez que los bancos centrales las ponen en circulación el promedio de uso es de dos veces, las personas, comercios y demás agentes de la economía nos las recircula ni las deposita en la banca.
También pesó en la decisión que la gestión de esta moneda genera altos costos para sectores como el comercio, el transporte público, la banca, los peajes, entre otros; porque implican traslados, custodias, aseguramiento, procesamiento y distribución que elevan los gastos y el riesgo operativo de las empresas.
“Aun si fueran de bajo costo para el BCCR, la operación y logística asociada a la moneda de ¢5 es muy cara para el país. Por eso, los esfuerzos se orientan más bien a ofrecer a la sociedad medios de pago electrónicos sustitutivos del dinero en efectivo, que sean trazables, seguros y eficientes”, agregó la institución.
El Central informó esta medida meses atrás a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y al Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) para que desarrollen las acciones necesarias en sus círculos de trabajo sectoriales.
La decisión de suspender la fabricación de monedas de menor valor fue aprobada por la Junta Directiva de la entidad monetaria el 2 de mayo del 2018 en el Transitorio II del Reglamento de Sistema de Pagos.
Ese texto establece que a partir del 1.° de enero del 2020 el BCCR dejará de emitir monedas de ¢5 y dos años después suspenderá la producción de las de ¢10.