El Banco de México (Banxico, central) subió este jueves su tasa de interés en 75 puntos base, a 7,75%, con el objetivo de atenuar una inflación que se mantiene en máximos en dos décadas y anticipó que podría seguir incrementándola de ser necesario.
"La Junta de Gobierno tiene la intención de seguir aumentando la tasa de referencia y valorará actuar con la misma contundencia en caso de que se requiera", indicó el comunicado de la institución, cuya junta directiva tomó la decisión por unanimidad.
De esta manera, México se convirtió en otro de los países que responde a la creciente inflación global. Recientemente Costa Rica y Estados Unidos alzaron sus tasas.
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Analistas destacaron que el incremento de la tasa —el noveno consecutivo— es el más agresivo desde que Banxico adoptó la tasa de interés como objetivo operacional en el 2008.
"Nunca había hecho un incremento a la tasa mayor a 50 puntos base", destacó Gabriela Siller, directora de análisis del banco local BASE en un reporte a clientes.
La decisión de Banxico, que ya era anticipada por los mercados, tiene como antecedente inmediato el alza de tasas de la misma magnitud que la Reserva Federal de Estados Unidos implementó la semana pasada.
La autoridad monetaria local consideró además el más reciente dato de inflación en México, que alcanzó una tasa anual de 7,88% hasta la primera quincena de junio, una cifra sin antecedentes desde el 2001.
El objetivo de inflación de Banxico es de una tasa anual del 3%, +/- un punto porcentual.
Las presiones inflacionarias "mayores a las anticipadas" llevaron a la Junta de Gobierno a revisar al alza sus pronósticos para los precios hasta el tercer trimestre de 2023.
No obstante, "se sigue previendo que la convergencia a la meta de 3% se alcance en el primer trimestre de 2024", agregó la institución.
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Explicó también que la inflación se puede ver aún más impactada por el aumento en los precios de productos agropecuarios y energéticos por la guerra entre Rusia y Ucrania, la pandemia del coronavirus y una depreciación del peso frente al dólar.
Los precios podrían moderarse en el futuro si disminuye la intensidad del conflicto bélico y mejora el funcionamiento de las cadenas globales de suministro, agregó.
En Costa Rica
El pasado 16 de junio, el Banco Central de Costa Rica subió su tasa de política monetaria (TPM) a 5,50%, el nivel más alto en 11 años. Este fue el quinto ajuste consecutivo de dicha tasa desde diciembre de 2021.
Según el Central, la maniobra no busca tener un efecto inmediato sobre la inflación porque las presiones sobre los precios son mayoritariamente “importadas” (shocks en mercados que trascienden las fronteras costarricenses y se trasladan a los precios costarricenses a través de las importaciones), pero sí pretende evitar que la inflación se mantenga cuando el contexto mundial se estabilice.