La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR), en sesión del 17 de marzo de 2021, acordó mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 0,75% anual. Así, la entidad reitera su postura de política monetaria expansiva y contracíclica.
Además, el Central se comprometió a continuar hacia adelante con esa postura, y por lo tanto con una política de bajas tasas de interés, en tanto las condiciones macroeconómicas y los modelos de pronóstico indiquen que la inflación se mantendrá por debajo del valor meta de 3%.
Esto, porque la política monetaria se conduce sobre la base de un esquema de metas de inflación y, bajo ese régimen, las decisiones, y en particular los ajustes de la TPM se basan en un análisis del entorno macroeconómico actual y de la evolución prevista para la inflación y sus determinantes.
“El Banco Central reitera su compromiso de mantener hacia adelante esa postura en el tanto la inflación proyectada continúe por debajo de la meta, Esa señalización ayudará a alinear las expectativas de los agentes económicos sobre las tasas de interés a futuro, y a apoyar también por esa vía el proceso de recuperación económica”, indicó Rodrigo Cubero, presidente de la entidad.
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Perspectivas de crecimiento
Las perspectivas del desempeño económico mundial para este año y el 2022 han aumentado; la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé un crecimiento de la producción global de 5,6% en el 2021 y de 4,0% para el siguiente año, lo que significó un ajuste al alza de 1,4 y 0,3 puntos porcentuales (p.p.), en ese orden, con respecto a las proyecciones de diciembre anterior.
Por otro lado, la Reserva Federal de Estados Unidos, en un comunicado de este miércoles 17 de marzo, mantuvo el rango de tasas de interés y ajustó al alza sus proyecciones de crecimiento económico para la economía de ese país. Para el 2021, ubicó el crecimiento económico entre 5,8% y 6,6%, comparado con 3,7% y 5,0% anteriormente.
No obstante, las proyecciones de crecimiento mundial dependen fundamentalmente del avance en el proceso de vacunación y de la evolución de las variantes del coronavirus.
Según explicó el Central, esa mejora del contexto externo favorecería la demanda costarricense y podría acelerar, más allá de lo previsto hasta ahora, el proceso gradual de recuperación económica observado desde la segunda mitad del 2020.
Sin embargo, las presiones desinflacionarias continúan y aunque el último Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) muestra señales de recuperación, la brecha del producto continúa fuertemente negativa y la tasa de desempleo aún se mantiene en niveles históricamente altos.
Esto, en combinación con expectativas de inflación para los próximos 12 meses en torno a 1,3% y una inflación mundial aún baja, pese al reciente incremento en los precios de las materias primas, señalan la persistencia de presiones desinflacionarias.