“Es un trago amargo, pero hay que tomárselo”, así resumió Róger Madrigal, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), la reciente subida de tasas de interés durante la presentación del último Informe de Política Monetaria, este 31 de octubre.
Desde el 15 de diciembre de 2021, el Central ha subido en 825 puntos base su Tasa de Política Monetaria (TPM), pasando de una de apenas 0,75% a una del 9%.
El jerarca del BCCR reafirmó que estos ajustes son la principal herramienta que tiene la institución para combatir el encarecimiento acelerado que se ha visto durante este 2022 y que las tasas continuarán en niveles altos hasta que la inflación no ceda.
“La gente dice: ¿por qué suben tan rápido (las tasas)? La respuesta es porque la inflación ha subido todavía más rápido. Si eso no estuviera subiendo a esa velocidad, el Banco iría más despacio”, mencionó Madrigal.
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En setiembre pasado el país registró una inflación interanual del 10,4%, que si bien es menor a la de agosto (12,1%), todavía continúa muy lejos de la meta del Banco Central de alrededor del 3%. Durante el 2022, la inflación acumulada ha sido del 8,4%.
El mal menor
La preocupación con la subida de tasas viene de una posible contracción en la economía costarricense como consecuencia. De momento, quienes más sufren estos ajustes son los deudores, pues ven cómo mes a mes sus cuotas se encarecen. Por ejemplo, la Tasa Básica Pasiva (TBP), a la cual están indexadas alrededor de 700.000 operaciones crediticias, ha subido en 322 puntos base desde diciembre de 2021.
Madrigal mencionó sentir empatía por los deudores que están sufriendo los ajustes, sin embargo reiteró que las consecuencias para la economía nacional serán peores si no se controla la inflación.
“De los dos males, es el menor (...), es el momento de que el Banco actúe con firmeza, sabemos que tiene efectos de contracción en la actividad económica, economistas de alto nivel reconocen que es un mecanismo imperfecto pero es el mejor que conocemos. ¿Cómo controlamos la inflación? Vean que no es una posición de este Banco Central, es una posición en el mundo en países con distintas ideologías y distintos sistemas económicos”, argumentó el jerarca.
Bajo este entendido, los ajustes de tasas dependerán de cuánto ceda o no la inflación. El Banco Central calcula que el encarecimiento no bajará al rango de tolerancia meta del 3% hasta mediados del 2024.
Madrigal remarcó la importancia de no solo controlar solamente la inflación sino también las expectativas de ella: “la idea es que cuánto más cercanas estén las expectativas a la meta del Banco Central, menos costosos en términos de tasas de interés y de actividad económica será volver a la meta”.
Los resultados parciales de las encuestas de expectativas de inflación a 12 meses presentadas por el Banco Central mostraron una moderación de 0,50 puntos porcentuales, sin embargo todavía continúan lejos de la meta.
El BCCR considera que ya se han visto muestras de reversión en la inflación y que es posible que su máximo se haya dado en agosto. Es decir, este debería ser el inicio de un largo camino hacia la normalización.
Crecimiento mixto
En materia de crecimiento, Madrigal considera que la economía “crece bien”, aún con los ajustes de tasas y el proceso inflacionario. De hecho, la previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto aumentó a 4,3% para el 2022, un dato mayor al que se previó en el pasado mes de julio.
Para el 2023, en cambio, la expectativa se ensombrece a un 2,7%, menor al 3,2% que se planteó en el último Informe de Política Monetaria de julio. Sin embargo, Madrigal mencionó que esa bajada responde primordialmente a que se espera un mejor 2022 de lo que antes se creía.