Si está esperando que las tasas de los préstamos bajen más, quizás se desilusione: todo parece indicar que quedan pocos ajustes más a la baja, por lo menos desde el lado del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Róger Madrigal, presidente del BCCR, dijo en conferencia de prensa el 31 de enero que la Tasa de Política Monetaria (TPM) ya está en una “zona de neutralidad”. Esto quiere decir que, a grandes rasgos, está en un nivel relativamente adecuado para cumplir con la meta de inflación (±100 puntos base alrededor del 3%), porque no es ni restrictiva (alta) ni expansiva (baja). Algo así como un valor estimado —no fijo— de equilibrio.
La TPM es la principal herramienta que tiene el Central para influir en las tasas de interés del mercado —es decir, en lo que le cobran por sus préstamos y en lo que le pagan por sus depósitos—: si esta sube, el resto le sigue, lo mismo si baja. El BCCR la mueve para encaminar la inflación hacia la meta: si los precios están altos, la eleva, si están bajos, la disminuye.
Esta es la primera vez que el Central reconoce que la tasa está en una zona de neutralidad desde que inició la crisis inflacionaria mundial en 2022.
En el Informe de Política Monetaria (IPM) de octubre del 2024 el ente emisor comentó que se seguía en proceso de encaminar la TPM hacia la neutralidad. Sin embargo, el Informe ya afirma haber llegado a ese rango en la nueva entrega de enero.
“Dada la reducción de 500 p.b. (puntos base) en la TPM entre marzo del 2023 y octubre del 2024, así como el comportamiento de las expectativas de inflación, se estima que la TPM se ha ubicado en el rango de neutralidad de la política monetaria”, se lee en el más reciente IPM.
Esto no descarta que en el futuro se puedan dar más ajustes a la baja en la TPM, pero sí parece apuntar a que hipotéticamente serían pocos y de baja magnitud. También debe tomar en cuenta que los ajustes de la TPM tienen un periodo de transmisión que puede durar hasta seis meses, dependiendo del tipo de préstamo. Esto quiere decir que, en teoría, aunque la TPM no baje más, todavía faltarían por transmitirse algunas de las reducciones ya hechas por el Central.
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¿Por qué ya está en neutralidad?
Para determinar la neutralidad el BCCR calcula la tasa de interés real neutral (TIRN), la cual no es un valor observable, sino una estimación.
Según los últimos cálculos del Central, la TIRN se ubicó en 1,5%, a este valor hay que sumarle un rango de incertidumbre de ±50 puntos y las expectativas inflacionarias a 12 meses, las cuales en este caso fueron de 2,3% (las de mercado). Esa operación da como resultado una tasa neutral que debería estar entre 3,3% y 4,3%; actualmente la TPM es de 4%.
“No estoy diciendo que estamos exactamente en el punto preciso de la neutralidad, estoy diciendo que estamos en la zona de neutralidad”, explicó Madrigal.
Si en lugar de esas expectativas se utiliza la inflación actual (0,8%, todavía fuera de la meta), parecería que la TPM sigue alta, pues el resultado daría un rango de neutralidad entre 1,8% y 2,8%. No obstante, Alonso Alfaro, economista jefe del BCCR, dice que deben utilizarse las expectativas dada la cualidad prospectiva (hacia el futuro) de la política monetaria.
“La forma de evaluar la neutralidad está muy determinada por las expectativas de inflación, si las expectativas se movieran repentinamente en una dirección u otra esa postura podría cambiar”, dice Alfaro.
Además de que las expectativas apuntan hacia una concordancia con la meta, Madrigal dijo que han visto ciertos elementos entre noviembre y enero que le hacen pensar que estamos ante una inflación “relativamente alta”
“Nosotros vemos que los niveles de inflación son cuantitativamente distintos a los del 2023-2024, como que estamos en otro ambiente inflacionario y la inflación es creciente. Ese es el cuidado que tenemos que tener”, dijo Madrigal. Sin embargo, agregó que lo fundamental son las estimaciones prospectivas, no necesariamente lo que ya pasó.
“Es lo que el Banco ha dicho siempre: en cada momento y en cada decisión analiza la situación económica prospectivamente para ver si el nivel (de la TPM) es adecuado o no y eso es muy cambiante”, dijo Madrigal.
Inconformidad
Desde marzo de 2023 a la fecha la TPM pasó de un 9% a un 4%, no obstante, para algunos analistas sigue estando alta.
Fernando Naranjo, presidente de Cefsa, mencionó que el Banco Central ha mantenido una tasa que no es congruente con la inflación del país. “Con una inflación de cero no tiene ningún sentido tener las tasas de política monetaria en los valores que están hoy en día”, dijo Naranjo en el foro Panorama Económico 2025, organizado el 30 de enero por El Financiero.
El pasado 20 de enero la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria reclamó que el Banco Central todavía tiene “bastante margen” para mover la TPM, debido a la baja inflación.
No obstante, en el comunicado de la Cámara se señaló que los ajustes deberían hacerse para “encausar un tipo de cambio a la realidad del país y así proteger la estructura productiva y la competitividad”. La TPM, aunque puede influir en el precio del dólar, en teoría no es una herramienta cambiaria.
La Cámara Nacional de Turismo también levantó la mano: el 19 de diciembre pasado envió un comunicado en el que le pedía al BCCR disminuir su TPM para fomentar la inversión y el empleo en el sector que representan.
Madrigal aprovechó la conferencia para resaltar que Costa Rica está entre los países que más han bajado su tasas de referencia y que, en el nivel actual, está entre las más bajas de los países con metas de inflación.
El BCCR utilizó como ejemplo países cuyas tasas son más elevadas como Brasil (13,25%), Colombia (9,50%), Chile (5%), Estados Unidos (4,50%), Reino Unido (4,75%), Perú (4,75%) y México (10%).
Sin embargo, también hay que tomar en cuenta que en el último año, a diferencia de la tendencia mundial, la inflación costarricense ha sido mucho más baja que la de estas economías.