El pasado jueves 21 de marzo, la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) decidió bajar la Tasa de Política Monetaria (TPM) desde 5,75% a 5,25% anual. El presidente del ente emisor, Róger Madrigal, calificó la reducción de 50 puntos base (p. b.) como un “movimiento relativamente agresivo”, dentro de la prudencia del BCCR.
En las últimas reuniones de política monetaria, la Junta Directiva había bajado la tasa de referencia en 25 puntos base.
Una de las variables consideradas para disminuir el nivel de la TPM el pasado 21 de marzo fue la persistencia de la inflación interanual en terreno negativo (deflación). Recordemos que los ajustes en la TPM son la principal herramienta que tiene el ente emisor para controlar la inflación.
De acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la inflación interanual en Costa Rica acumula nueve meses por debajo del 0%. La estimación del Central es que el indicador regrese a terreno positivo a partir del tercer trimestre de 2024 y que entre finales de año e inicios de 2025 se ubique dentro del rango de tolerancia, que es de ± 1 punto porcentual (p. p.) alrededor de la meta de 3%.
Como reacción al reciente ajuste en la Tasa de Política Monetaria, la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) externó que aunque este movimiento va en la dirección correcta, no es suficiente, “máxime que como el mismo comunicado de prensa del Banco Central lo deja entrever existen espacios para haber reducido aún más la TPM”.
Un criterio similar mantiene el expresidente del Central, Rodrigo Cubero. A su parecer también es un paso en la dirección correcta, “claramente queda todavía mucho” espacio para mayores reducciones, por lo que catalogó la reducción de 50 p. b. como un movimiento “moderado”.
Para el economista especialista en mercados financieros, Douglas Montero, por su parte, el ajuste no fue tímido pero tampoco agresivo. A su criterio el movimiento de la TPM fue “normal” y se dio de acuerdo a como el BCCR ha estado administrando las variables macroeconómicas.
“Aspiramos a que la reciente pero tardía decisión de pagar el crédito de la FLAR, así como el aumento del porcentaje de reducción de la TPM realizado en esta oportunidad, sean señales en el sentido de que las autoridades del Banco Central se han dado cuenta de que la excesiva apreciación del colón está teniendo serias repercusiones para el país en inversión, crecimiento económico, generación de empleo y hasta recaudación de impuestos”, consideró Sergio Capón, presidente de la CICR.
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Entre el 21 de junio de 2022 y el 22 de marzo de 2024, el promedio ponderado del precio del dólar en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) pasó de ¢696,76 a ¢503,99, es decir, disminuyó ¢192,77 (27,7%). En lo que va de este 2024, la apreciación del colón ha sido de 3,65%.
Desde la autoridad monetaria no se prevé que una baja en la TPM se vaya a traducir en un aumento en el precio del dólar. “El Banco tiene que buscar una tasa que sea neutral y una tasa que provoque una enorme variación cambiaria no es neutral”, comentó el presidente del BCCR en entrevista con El Financiero.
Los cambios en la TPM continuarán siendo graduales y prudentes, de manera que permitan responder oportunamente y en la dirección que corresponda, cuando las condiciones macroeconómicas y la valoración de los riesgos lo requieran.
— Comunicado de prensa del Banco Central
Transmisión al resto de tasas
Siempre va a haber un rezago entre el ajuste que le hace el Banco Central a la TPM y el que se refleja directamente tanto para los ahorrantes como para las personas que tienen o van a tomar crédito, por ejemplo.
De acuerdo con el documento Traspaso de la tasa de política monetaria en Costa Rica, de 2000 a 2018, la transmisión se completaba transcurridos en promedio 12 meses. Sin embargo, el BCCR realizó una actualización de este cálculo con información hasta agosto de 2022, y este arrojó que ahora, en promedio, la transmisión se completa luego de ocho meses.