Incorporar una nueva moneda a un sistema financiero regulado, sobretodo una exclusivamente digital y aún descentralizada alrededor del mundo, está muy lejos de ser una tarea fácil.
Las criptomonedas aún no encuentran buen asidero en la mayoría de los bancos centrales y la tecnología que utilizan la mayoría de plataformas de estos activos digitales descentralizados plantea desafíos para los responsables de la formulación de políticas públicas y de política fiscal.
Con el auge de las criptomonedas como el bitcóin, surgen diversas interrogantes como: ¿Cuál es el estatus regulatorio de estos activos en Costa Rica? ¿Por qué aún no son aceptadas como moneda de curso legal? ¿Qué hace falta para ser incorporadas en el sistema financiero nacional? ¿Las criptomonedas son consideradas dinero?
Para explorar la incorporación de una criptomoneda a la economía nacional y al sistema financiero hay que partir del hecho de que estos tipos de activos no son regulados en Costa Rica. Esto significa que el país no cuenta con normativa que controle o reglamente su uso, pero tampoco que lo prohíba entre personas.
Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica, señaló que la posición de la entidad respecto a las criptomonedas es de “tolerancia vigilante”.
“Esto consiste en permitir que las personas usen criptomonedas si así lo tienen a bien, para transacciones privadas o entre ellas, como bien establece la constitución en el artículo 28 que señala que las personas son libres de hacer todo aquello que no esté expresamente prohibido por la ley”, explicó Cubero.
La entidad se mantiene vigilante en tanto este tipo de activos podrían utilizarse por el crimen organizado o en actividades como la evasión fiscal, financiamiento al terrorismo y o bien acciones ilícitas; y en el sentido de valorar si eventualmente las criptomonedas deben ser sujetas de alguna regulación relacionada a su trazabilidad.
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Monedas de curso
Recientemente el bitcóin ha estado en los titulares de noticias por la aprobación por parte de El Salvador al reconocerla como moneda de curso legal.
Carlos Valverde, socio de Deloitte Legal y Fabio Salas, socio de impuestos y servicios legales, explicaron que en Costa Rica la determinación de cuál es la moneda de curso oficial corresponde a la Asamblea Legislativa. Es decir, sería por vía legal que una moneda podría introducirse en la economía costarricense.
Específicamente, según el artículo 42 de la Ley Orgánica del Banco Central, la unidad monetaria del país es el colón.
Luego del colón, en Costa Rica la divisa más utilizada es el dólar, moneda en la que se expresa el tipo de cambio según dicta la ley. Incluso, en el país también se maneja, aunque en menor medida, el euro. Ambas son monedas ampliamente utilizadas a nivel mundial y las de curso oficial de grandes potencias.
El Banco Central utiliza para las tasas de referencia del sistema financiero tanto el colón como el dólar, para operaciones de crédito y ahorro en las diferentes entidades bancarias, cooperativas y financieras.
Valverde y Salas explicaron que el colón tiene valor liberatorio para efecto de cualquier obligación legal de pago que tenga lugar en el país. Sin embargo, puede haber transacciones registradas en otras monedas, siempre que esas monedas sean de curso legal y puedan referenciar un valor frente al colón, como es el caso del dólar.
Por otro lado, cualquier transacción en una moneda no oficial, sin un tipo de cambio establecido que dé seguridad referencial a las partes, respecto al monto de la transacción, debe considerarse una permuta o trueque de activos y no una actividad dineraria, clarificaron los expertos.
Rocío Aguilar, jerarca de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), subrayó que ninguna criptomoneda es de curso legal en Costa Rica y que, en caso de que una reforma legal lo permitiera, la Sugef en coordinación con el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) tomarían las acciones necesarias desde un punto de vista prudencial.
“Mientras tanto, nos encontramos dando seguimiento y vigilando los acontecimientos en la materia para tomar las acciones que sean necesarias en resguardo del sistema financiero nacional”, mencionó Aguilar.
Cubero aseguró que no es conveniente para el país declarar las criptomonedas descentralizadas como monedas de curso legal con poder liberatorio y universal.
“Sería una medida inadecuada e inapropiada por los riesgos de naturaleza financiera y por los costos de transacción enormes que puede producir en la operación del sistema de pagos nacional; el enfoque de tolerancia vigilante es uno más bien que tiene que ver con decidir en qué momento pueda ser necesario regular desde el punto de vista de las entidades financieras y policiales para reducir riesgos”, aseveró el presidente del BCCR.
La regulación se daría eventualmente si el auge en la utilización de criptomonedas descentralizadas afectara de alguna manera la estabilidad del sistema financiero nacional. La inconveniencia de adoptar una criptomoneda como moneda de curso en el país se basa principalmente en los riesgos que suponen su alta volatilidad y las eventuales pérdidas que podrían provocar cambios bruscos en sus precios.
También se ha señalado el anonimato de las transacciones como uno de los contras por los cuales los países aún no avanzan a toda marcha con la regulación de las criptomonedas y su eventual incorporación a las economías formales.
Sobre la idea de algunos bancos centrales de emitir sus propias monedas digitales y así facilitar las transacciones monetarias, Cubero aseguró que Costa Rica ha avanzado de forma exitosa en la implementación de un sistema electrónico ágil y de bajo costo para los usuarios a través del Sinpe.
“La provisión de una autopista digital que alimenta a prácticamente todo el sistema financiero ha permitido que Costa Rica ya haya resuelto ese problema que algunos países están empezando a ver como resuelven eventualmente con la emisión de una moneda digital por parte del Banco Central”, agregó Cubero.
Moneda descentralizada
Actualmente el valor del bitcóin se mueve según las dinámicas de la oferta y la demanda, sin intervenciones de bancos centrales o gobiernos, aunque reacciona a diferentes noticias que la pueden afectar. Por ello se le llaman activos descentralizados, puesto que son operaciones de persona a persona y la mayoría de veces sin intermediarios.
Diferencias entre los sistemas de intercambio
FUENTE: Douglas Montero || INFOGRAFÍA / EL FINANCIERO.
Para Valverde y para Salas, en este contexto, aceptar el funcionamiento de una criptomoneda como medio liberatorio de pago en la economía local podría generar problemas de inestabilidad en el mercado financiero y comercial del país y, con ello, inseguridad jurídica.
Esto principalmente por la alta volatilidad de las criptomonedas descentralizadas y los riesgos que significarían para las instituciones y las entidades financieras del país, ante la dificultad de prever el comportamiento en los precios.
“Mientras no exista una postura diferente por parte del BCCR, nos parece aventurado considerar que las criptomonedas puedan constituir un medio de pago de curso legal en Costa Rica”, mencionaron.
Douglas Montero, economista especializado en mercados internacionales, consideró que las criptomonedas no han sido aceptadas por parte los bancos centrales de la mayoría de los países por la estructura descentralizada en la que funcionan actualmente, una de las características por las cual este tipo de activos es tan cotizado.
Este sistema descentralizado de persona a persona dificulta a los bancos centrales el control de los activos y por ende la generación de política monetaria.
Montero señaló que el control monetario es importante para las economías internacionales y de ahí que los gobiernos no utilicen las criptomonedas descentralizadas como de curso legal. Además, aseguró que sí visualiza la creación de monedas digitales por parte de los bancos centrales.
Tanto Cubero como Aguilar resaltaron que las personas que realicen operaciones con criptomonedas en Costa Rica lo hacen bajo su propio riesgo. Incluso, el presidente del BCCR señaló que antes de invertir en una criptomoneda el usuario debe tomar en cuenta la alta volatilidad del activo frente a monedas como el dólar.
Aguilar señaló que las criptomonedas no pueden ser tratadas como dinero, ya que no cumplen con las funciones de ser un medio de pago generalmente aceptado, unidad de cuenta y reserva de valor. Por esto se tratan como activos digitales.
¿Cómo funciona el Bitcóin?
El primer bitcoin nació en 2009
FUENTE: Douglas Montero || INFOGRAFÍA / EL FINANCIERO.
Ámbito internacional
La decisión de El Salvador de aprobar el bitcóin como moneda de curso en su economía dolarizada puso sobre la mesa nuevamente el debate de la viabilidad del uso de las criptomonedas en las economías.
Montero señaló que cuando un país acepta una criptomoneda genera riesgos a la economía derivados por la volatilidad, sobre todo si se pretende aceptar el pago de impuestos con el bitcóin o bien saldar deudas externas con este tipo de criptoactivos.
Tras la aprobación del proyecto, el presidente salvadoreño Nayib Bukele anunció que se le darían $30 a los ciudadanos que se registren como usuarios en la billetera digital que su gobierno creará. La ley entrará en vigor el próximo 7 de septiembre y la apuesta de las autoridades es que este cambio radical en el curso de las criptomonedas en el mundo atraiga inversión y genere crecimiento económico.
Ante los avances en el uso del bitcoin en la economía salvadoreña, el Banco Mundial rechazó una posible cooperación, solicitada por el gobierno de El Salvador, en el proceso de incorporación de la criptomoneda, principalmente por la preocupación por la transparencia del proceso así como por el impacto medioambiental que genera el minado.
Por su lado, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) anunció que acompañaría a el proceso de implementación del bitcóin como moneda de curso legal con asesoría.
El corredor de bolsa del grupo financiero Acobo, Vernán Mesén, señaló que ahora El Salvador enfrenta un desafío respecto a la educación de la población sobre el uso adecuado de las plataformas y las billeteras digitales, una tarea que deberán incrementar en los próximos días antes de que entre en vigencia la ley.
Por su parte, el integrante de la Asociación Blockchain Costa Rica, Nikolajs Sulima, señaló que la experiencia de El Salvador será una clase de experimento que captará la atención de todos los países, sobre todo en cuanto a la mitigación del riesgo por las volatilidades y la creación de un fideicomiso como caja de convertibilidad de la moneda.
Sulima mencionó que la aceptación de una criptomoneda no debe considerarse como un fin en sí mismo, si no que debe ser un proceso acompañado de objetivos a nivel nacional, como la inclusión financiera, la innovación y el desarrollo económico. Asimismo, dijo, en Costa Rica se necesita que las entidades gubernamentales introduzcan un marco regulatorio sólido para los activos digitales con el fin de mantener al país al nivel de estándar mundial.
No obstante, la posición de Costa Rica continuará siendo de “tolerancia vigilante”, a la expectativa de la evolución de las criptomonedas a nivel mundial y del comportamiento de los costarricenses respecto a la demanda de estos activos.
Por otro lado, mientras El Salvador se encuentra del proceso de adopción, algunos otros países buscan la forma de regular con aires prohibitivos este tipo de criptoactivos o bien la ejecución de actividades reguladas a través de criptomonedas.
En línea contraria al país centroamericano, en el Reino Unido crece la idea de crear su propia moneda digital centralizada y ha tomado varias acciones contra las existentes. Por ejemplo, prohibió a la plataforma Binance realizar algunas actividades reguladas dentro de dicho territorio pese a ser uno de los operadores de criptomonedas más utilizados a nivel mundial.
Asimismo, las autoridades británicas han emprendido investigaciones por blanqueo de capitales a través de criptomonedas y el pasado 25 de junio incautaron casi $160 millones en una operación contra actividades delictivas.
Por su parte China ha buscado en las últimas semanas la forma de regular la minería de bitcóins en su territorio, lo que ha golpeado el precio de la criptomoneda hasta en un 30%. Ese país es el que más mina criptomonedas a nivel mundial, por lo que el gobierno chino busca regular las operaciones con este tipo de activos. Incluso prohibió a las instituciones financieras ofrecer servicios que involucren el uso de criptomonedas descentralizadas.
Posterior a esta arremetida contra el bitcóin, el Banco Popular de China aseguró que tenía como objetivo convertirse en el primer banco central de importancia en emitir una moneda digital; de esta manera las personas podrán tener acceso a transacciones de manera rápida y sencilla, pero a la vez que el gobierno logra monitorear la economía y sus actores.
Sin embargo, al ser una moneda centralizada pierde una de las principales características -y atractivos- de las criptomonedas.
Ecuador mantiene una posición similar a la de Costa Rica y aún no cuenta con regulación sobre el uso de las criptomonedas y su gobierno ha advertido sobre los altos riesgos de estos activos descentralizados por sus características volátiles y el ausente respaldo legal al activo.
Por ahora, las expectativas a nivel mundial están puestas en el proceso en el que se embarcó El Salvador el mes anterior y cómo se desenvolverá la ley una vez que entre vigencia; así como en las acciones de grandes potencias como China o Estados Unidos, que pueden impactar de forma sensible en el precio de las criptomonedas.
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