Una vez que las deudas se salen de control, es difícil que vuelvan a recuperar el cauce adecuado. Por eso, es importante que reconozca cuando se acerca ese momento y tome medidas para reducir el riesgo.
Si asume una deuda con una entidad financiera, esta hace un análisis de capacidad de pago individual garantizando que sus ingresos puedan solventar esa deuda.
Sin embargo, los problemas empiezan cuando las personas desarrollan una serie de prácticas que ponen en riesgo ese balance, como financiarse con tarjetas de crédito, pagar deudas con más deudas o adquirir créditos en entidades no reguladas o con prestamistas.
De acuerdo con los datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), en el sistema financiero hay un total de 1.278.898 deudores (personas) que se reparten en las diferentes carteras.
Una porción importante se concentra en consumo y tarjetas de crédito, específicamente el 79% de todos los préstamos vigentes.
En promedio, la deuda de créditos de consumo por persona asciende a ¢8,3 millones, mientras que la de tarjetas de crédito alcanza ¢1,3 millones.
En estas carteras, es más fácil perder el control.
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¿Cómo reconocer que sus deudas pierden el control?
Según explicó Hernán Varela, gerente de portafolios de Banco Lafise, los pagos mensuales que se hacen por concepto de préstamos no deberían exceder el 40% de los ingresos mensuales.
No obstante, es recomendable que las personas dejen un margen disponible en caso de que algunas condiciones de sus créditos cambien, como un aumento de tasas o en el tipo de cambio, este último si los créditos son en moneda extranjera.
De acuerdo con la oficina de comunicación del Banco Nacional, existen varias alertas que le permitirían reconocer cuando sus finanzas están en riesgo.
- La primera alerta se enciende si tiene que recurrir a financiamientos adicionales para cubrir otros gastos. Por ejemplo, si solicita un crédito personal para pagar deudas de tarjetas de crédito que va a seguir usando.
- La segunda alerta ocurre cuando paga gastos corrientes y fijos mensuales con financiamiento de las tarjetas de crédito. Esto quiere decir que, por ejemplo, tiene gastos que superan sus ingresos mensuales, por lo que tiene que cubrir una parte de los gastos habituales, como la comida, el pago de la luz u otros servicios con fondos prestados.
Aunque esto aligera la carga temporal que supone tener una deuda, no soluciona el problema de fondo y además, genera intereses.
Si usted recibe constantemente llamadas de los acreedores de sus créditos, esa es otra de las alarmas que pueden indicar que sus deudas están en peligro.
Por último, si cuando su tarjeta corta solo puede pagar el monto mínimo, esta puede ser otra señal de que debería pensar en cómo reacomodar sus finanzas.
¿Cómo se descontrolan sus deudas?
Cuatro casos para entender cómo su situación se sale de control
FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA CON AYUDA PROFESIONAL. || J.C. / EL FINANCIERO.
Regular sus deudas
Es posible controlar sus deudas cuando vea que su capacidad de pago se está viendo limitada.
Como primera regla, lo recomendable es que regule sus hábitos de consumo.
Para esto, realice un presupuesto individual y familiar; valore cuáles patrones de consumo pueden estar desviando de manera equivocada los fondos que posee.
Luego, realice un inventario financiero y evite deudas futuras, aunque sean de corto plazo, para ocuparse por lo pronto de las deudas que tiene pendientes.
Según Laura Céspedes, gerente de productos de depósito de Scotiabank, un ejercicio que puede hacer es enumerar sus deudas, ordenarlas de mayor a menor interés y así enfocar su esfuerzo en realizar aportes extraordinarios o pagar el mínimo, en el caso de que sean tarjetas de crédito.
“Trate de destinar ingresos adicionales como bonos o ahorros al pago de deudas, eso reduciría su estrés financiero”, explicó Céspedes.
Además, evitar en la medida de lo posible utilizar tarjetas de crédito para pagar otras.
Sumido en los pagos
Si ya siente que está sumido en sus deudas y que no tiene como pagarlas, puede optar por mecanismos que le aumenten la liquidez, como la consolidación de deudas o préstamos con interés fijo. Eso le permitirá enfocarse en una sola operación y hará que el control de esta sea más sencillo.
En el caso de que opte por una consolidación, mantenga el orden en sus finanzas, a fin de que no vuelva repetir los comportamientos que lo llevaron a llenarse de deudas. Al final de cuentas también es un préstamo más al que probablemente tendrá que hacerle frente por varios años.
Para acceder a algún producto de consolidación, debe acercarse a su entidad financiera y explicar su situación, para valorar las alternativas.