El negocio tiene varios años en Costa Rica; en el sector se sabe quiénes lo ejercen, pero no hay un número exacto.
Se trata de la asesoría o consultoría para inversionistas que se realiza fuera de los intermediarios bursátiles regulados.
Una de las prácticas es que personas que estuvieron vinculadas por varios años con puestos de bolsa salen de esas entidades y se dedican a brindar esos servicios.
Precisamente, el nuevo titular de Superintendencia General de Valores (Sugeval), Carlos Arias, en lo que ha llamado su plan para el corto plazo, incluyó la posibilidad de implementar un proceso de certificación o registro para asesores de inversión, gestores de portafolio y bancos de inversión o estructuradores.
Uno de esos casos es el de Juan Carlos Araya, quien tiempo atrás fue gerente de BAC Valores y, recientemente, de Lafise Valores.
Ahora Araya está al frente de la operación en Costa Rica de la firma VectorGloblal WMG, que se dedica a la asesoría en inversión.
Entre las labores que realiza están la de diagnosticar a los clientes en lo que se refiere al riesgo, nivel de sofisticación y también incluye la compra de activos seleccionados.
Según Araya, todas estas labores se llevan a cabo por instrucciones expresas del cliente y se siguen políticas interna. Además, mantienen una alianza con el puesto INS Valores para la ejecución y custodia local.
Aunque es prácticamente imposible medirlo, debido a que ninguna entidad reguladora mantiene un registro, personas consultadas y vinculadas al sector bursátil perciben que ha crecido la cantidad de empresas o profesionales dedicados a estas labores.
José Rafael Brenes, gerente general de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), reconoce que las asesorías de inversión han crecido debido a que se ha facilitado el acceso a los mercados internacionales y a nuevos productos que surgen en otros países.
Según Brenes, lo anterior es competencia para los puestos de bolsa, y no necesariamente en las mismas condiciones, pues el régimen de protección que aplica para cada figura es diferente.
Transparencia
El jerarca de la Sugeval afirmó que es de interés registrar o certificar los servicios de asesoría que se brindan a los inversionistas, pero no solamente este tipo de labor.
Consultado por el motivo de hacerlo, Arias dijo que se trata de un asunto de claridad y equidad. “El objetivo es que existan requisitos de cumplimiento idénticos para los servicios prestados, independientemente del sujeto que brinda el servicio”, añadió.
Por el momento, las condiciones o requisitos, así como las vías para implementarlo, están sin definir y deberán resolverse en el proceso de la elaboración de la normativa.
Para Araya, la actividad de asesoría es permitida en el país y, más bien, el que las autoridades no la hayan regulado tampoco aleja a los asesores de la regulación.
Una forma ideal de regulación, afirmó, es que esta agregue valor, es decir, que se obtenga algo a cambio de estar regulado, por ejemplo, que se permita un acceso limitado a la realización de oferta pública de servicios.
Actualmente, la legislación establece que todo agente de bolsa es un representante de un puesto y que su labor implica responsabilidades para la empresa.
En caso de que un agente deje de laborar en un puesto, automáticamente queda desinscrito, aunque su credencial es válida. Por lo tanto, la regulación carece de una figura intermedia o de una tipificación que estipule a una persona con conocimientos para asesorar, pero que esté fuera de las casas intermediarias.
El año pasado fueron autorizados por la BNV 13 corredores y en total hay 513 registrados a la fecha.
Fernando Estrada, consultor financiero y exgerente de estrategia y negocios de INS Valores, dijo que esos servicios usualmente los han demandado los inversionistas con más conocimiento o sofisticados que van en busca de operaciones en mercados internacionales.
La diferencia está en que los instrumentos de inversión que solicitan no están disponibles en la oferta pública local, afirmó.
Añadió que está a favor de un registro que promueva la transparencia para el inversionista, en especial, aquel que quiere verificar de alguna manera los atestados o el historial de quien le maneja sus ahorros.
Por su parte, Jorge Volio, socio de la firma de estructuración de capital Volio Partners, fue reservado en lo que se refiere a regulación. Por un lado, concuerda con que se promueva una mayor formalidad, pero teme que se establezcan controles excesivos.
Para él, un buen escenario sería en el que el control se haga para demostrar la experiencia y trayectoria de los asesores.
Gina Ampiée, exgerenta de INS Valores, tampoco comparte la idea de controles muy elaborados, pues es de la premisa que los inversionistas que acuden a los asesores conocen del mercado y que, precisamente, lo hacen para estar menos limitados.
Ampiée insistió que en que la idea de un registro o listado no sería un problema, pero sí lo es si la Sugeval pretende imponer más requisitos como la creación de prospectos.