Ahorro se canaliza ahora más por certificados a plazo electrónicos

Los certificados de depósito a plazo (CDP) electrónicos están ganando la preferencia de los clientes bancarios, por encima de los que se emiten de forma física.

La demanda del inversionista se está volcando hacia los CDP desmaterializados, los cuales tienen beneficios para ellos y para las entidades financieras.

Mejores tasas interés y la opción de ahorrar con tan solo ingresar en una plataforma electrónica de una entidad financiera, hacen que este producto sea una opción con cada vez más seguidores.

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Esta preferencia es más evidente en los bancos, aunque también se observa en algunas entidades financieras no bancarias.

Cuando se trata de ahorrar, el primer paso que debe tomar una persona es la apertura de una cuenta de ahorro, para objetivos a corto plazo (menos de un año). Pero, de ahí en adelante, hay toda una gama de opciones mediante las cuales las entidades financieras le pagarán un premio por reservar su dinero.

Los CDP representan el siguiente paso en esa línea de ahorro. Este producto mostraba, al corte de setiembre, rendimientos a seis meses –uno de los plazos preferidos– entre 2,03% y 2,98%, en dólares, y entre 4,98% y 6,64%, en colones.

Aun así, las entidades financieras han registrado un comportamiento variado en la captación a través de este producto durante este 2016. Algunas muestran altos dinamismos, pero otras no tienen crecimiento.

Una realidad muy distinta experimenta la opción de ahorro programado, aquella mediante la que el cliente autoriza a la entidad bancaria a debitarle de su cuenta un monto predefinido, de forma automática y por tractos para alcanzar un objetivo.

Sin titubeos, la banca afirma que este producto es el más dinámico de este 2016.

Antes de entrar en detalle sobre la creciente participación de los certificados a plazo desmaterializados , hay que entender en qué se diferencian ambos.

Es común que se relacione al CDP con un título valor, en donde al cliente se le entrega un papel de seguridad que deberá presentar para cobrar el ahorro y los intereses ganados. Esta opción es conocida como CDP materializado.

También está el desmaterializado, registrado como una inversión electrónica (que puede ser adquirido en ventanilla o de forma virtual), con el respaldo de una cuenta bancaria. Esta se liquida, con el pago de intereses, a través e un depósito en la cuenta de origen.

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Estos últimos están ganando terreno, por brindar facilidades y un mayor rendimiento a los inversionistas. También representan un ahorro a las entidades.

En el caso del Banco de Costa Rica (BCR), los certificados electrónicos, en colones alcanzan el 96,3% del total emitido (entre los que se emiten por sucursal electrónica y los desmaterializados). Las cifras son similares en dólares.

En el Banco Nacional, el 96,5% de los certificados en colones se emiten en la opción desmaterializada. En dólares, la proporción es de un 81,5%.

En la acera privada, el 97% de los certificados que emite BAC San José son electrónicos. Además, el 75% de las transacciones se realizan a través de su sitio web.

Entre las las entidades financieras no bancarias, está el caso de Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo (Mucap), que ha emitido el 66% de sus CDP de forma desmaterializada en lo que va del año.

Esta mutual habilitó la inversión electrónica desde hace un año y a la fecha ya registra que el 15% de los certificados se emite por canales virtuales.

Coope Ande, por su lado, gira el 99% de los certificados de forma electrónica. Sin embargo, una mínima parte se invierte mediante la sucursal electrónica.

Sin embargo, hay una minoría de entidades que aún expiden certificados en papel físico. Por ejemplo, en Grupo Mutual solo el 8% de los certificados es electrónico y en Coopenae solo el 9%.

Aun así, aunque los CDP electrónicos ganan participación, los resultados generales no están tan claros, pues las entidades bancarias muestran cifras diferentes.

Las que muestran crecimiento lo atribuyen a un mayor apetito por parte de los clientes.

En BAC San José, los certificados a plazo están aumentando más que cuentas de ahorro, con un 26% de crecimiento interanual, explicó Deily Granados Murillo, ejecutiva de Mercadeo & Comunicación de BAC San José.

Las cooperativas están percibiendo crecimientos anuales de 19%, como en Coopenae. En Coopeservidores, el incremento es del 26% este año.

Sin embargo, el BCR admite que el público está buscando más inversiones a la vista y por eso han evidenciado una caída.

El Banco Nacional, por su parte, no percibe una tendencia de crecimiento, sino que mantiene el nivel de captaciones.

De la mano con rendimientos y facilidades, el producto que está dando pelea a los CDP es el de ahorro programado que, además de presentar un mayor crecimiento, también es más masivo.

Los montos mínimos de ahorro en un certificado a plazo inician en ¢25.000 y $250, mientras en un plan de ahorro automático la mayoría de entidades solicitan una cuota mensual de al menos $10 o ¢5.000, aunque hay opciones de menor valor.

La diferencia de montos y la posibilidad de ahorrar en tractos pesan en la demanda. También, la rentabilidad puede igualar o superar a un CDP, según el plazo.

Cabe aclarar que estos productos son solo algunas de las opciones que ofrece el sistema financiero para ahorrar.

Dado que octubre es el mes de ahorro, no está de más recordar que esta opción financiera sigue siendo incipiente en Costa Rica.

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La tasa de ahorro nacional es de 16,76% como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), por debajo de la media de América Latina (17,5%), que ya de por sí es baja.