Pese a que la economía continúa contrayéndose lo hace a un menor ritmo, así lo indica el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) calculado y emitido por el Banco Central de Costa Rica (BCCR). Los sectores más afectados son los de servicios, comercio y manufactura.
Por ejemplo, la caída en el volumen de producción y empleo es mayor en las actividades de hoteles y restaurantes con un 62%, transporte y almacenamiento en 34,8 % y comercio con 16,4 %.
Las cifras disponibles a julio de 2020 indican que la serie tendencia ciclo del IMAE decreció 7,8 % en términos interanuales, con lo cual la producción del país alcanzó una disminución media de 4,3 % en los primeros siete meses del año.
Debido a la poca visitación de turistas, la falta de movilidad ocasionada por la restricciones sanitarias, implicaron un desplome en los servicios de transporte. Además está la caída en las importaciones y exportaciones de bienes, lo cual trajo como resultado una disminución de 9,1 % en el área de servicios.
Por otra parte, desde 1991 (fecha en que inicia la serie del IMAE), no era posible notar que los servicios artísticos, de entretenimiento, servicios domésticos y las actividades inmobiliarias decrecieran, pero este año fue la excepción.
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De esta categoría se excluyen únicamente los servicios de consultoría informática y comunicaciones los cuales no cayeron durante el último mes.
Desde el lado de comercio la actividad comercial se contrajo 16,4 %, debido a la menor comercialización de materiales de construcción, aparatos eléctricos, automóviles y combustibles. No obstante, la venta de alimentos diversos y productos farmacéuticos continúa creciendo.
La manufactura fue la tercer categoría con mayor decrecimiento, disminuyó 6,1%, lo anterior debido a la menor fabricación de productos alimenticios, prendas de vestir, llantas, productos de papel e insumos de la construcción, además de la disminución de la producción de las empresas en regímenes especiales.
Pese a que todas las actividades se vieron afectadas, es posible observar una ligera recuperación en el sector de la construcción, la cual decreció solamente 1,8%. Este movimiento es debido a la contracción de 10,3 % en las obras con destino público (menor ejecución de programas de acueductos y alcantarillados y reducción en los presupuestos para infraestructura) y de 1,0 % en la construcción con destino privado por las menores obras residenciales.