La actividad económica de Costa Rica registró en abril de 2021 un crecimiento interanual del 8,8%, una cifra afectada por por un efecto “base” o de “rebote”, pues la comparación se realiza con los meses del 2020 cuando la producción se vio más afectada por las medidas para contener la pandemia.
En el mismo periodo del año pasado el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) en su serie de tendencia ciclo reportó un caída del 8,6%. “El efecto base es mayor a partir de abril, pues en el 2020 fue el primer mes que reflejó plenamente los efectos económicos de la pandemia por COVID-19″, explicó el Banco Central de Costa Rica (BCCR) en su informe sobre el comportamiento del indicador.
Comparar el nivel de la producción actual con el experimentado antes de la crisis, en un esfuerzo por aislar el efecto “base”, podría ofrecer una perspectiva más clara. Al comparar el registro de la serie ajustada por estacionalidad de abril 2021 con el de febrero 2020 se observa una variación del -2,3%.
“Por lo tanto, aunque la economía se recupera, aún no alcanza el nivel observado antes de la pandemia”, dice el documento del BCCR.
Ese proceso de recuperación paulatina experimentó un impulso durante el trimestre a abril, pues la tasa de variación trimestral anualizada de la serie ajustada por estacionalidad (SD) creció 8,9%. Lo cual es más que el 7,1% experimentado el mes anterior.
La mayoría de las industrias muestra crecimientos de la producción respecto al mismo periodo del año previo. El dinamismo fue especialmente notable en el comercio y la manufactura.
La industria manufacturera experimentó un crecimiento interanual del 14,5% en abril, gracias a una mayor producción de las empresas de zona franca y también al empuje de las empresas del régimen definitivo, principalmente en “la producción de azúcar, arroz, bebidas, plásticos, caucho, pilas, jabones y materiales de construcción; producción destinada tanto al mercado interno como para exportaciones”, según el BCCR.
El nivel de producción de la manufactura supera lo registrado antes de la crisis de la pandemia. El crecimiento de abril de 2021 se debe tanto a un efecto base, pues en abril de 2020 la producción decrecía como consecuencia de la pandemia como a la dinámica propia de esta industria.
El comercio, por su parte, tuvo un incremento del 22,7% ante la mayor demanda de materiales de construcción y ferretería, vehículos, combustibles y aparatos eléctricos y electrónicos.
La construcción sigue padeciendo el proceso de contracción que inició en diciembre de 2018, que ha llevado a una caída acumulada de 17% en el nivel de la actividad en relación con el promedio del 2017. En abril la caída fue de 4,2 % respecto al 2020, por la menor obra público (-8,1 %) y privada (-3,0 %).