El cerebro es uno de los órganos del cuerpo que más energía consume. Por eso, para ahorrar energía y tiempo, muchas veces utiliza atajos mentales para asumir una posición rápida ante ciertos estímulos y situaciones, debido a la incapacidad de procesar y filtrar toda la información en cada momento. Esto le proporciona mayor agilidad, pero sacrificando racionalidad.