En 1994 las letras no se usaron para “arreglar” un descalabro fiscal como el de ahora, en el que el Gobierno es incapaz de cumplir con las obligaciones básicas, sino para resolver los compromisos que dejaba el banco recién cerrado.
En 1994 las letras no se usaron para “arreglar” un descalabro fiscal como el de ahora, en el que el Gobierno es incapaz de cumplir con las obligaciones básicas, sino para resolver los compromisos que dejaba el banco recién cerrado.