Editorial | Costa Rica sigue teniendo una economía con dos motores desbalanceados donde las exportaciones del régimen especial crecieron cinco veces más que las ventas del régimen definitivo. El problema es que el 85% del PIB costarricense se genera justo en el motor más débil.
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Opinión de Manuel Tovar | “Las razones son obvias y el compromiso se mantiene: el Gobierno de la República tiene muy claro que este régimen debe de ser resguardado y defendido ante los crecientes retos globales”.
El régimen especial sigue pujante, pero las empresas del régimen definitivo se quedan con cierto rezago que se nota en empleo, exportaciones e impuestos.