El panorama no es nada sencillo para la nueva jerarca quien además debe lidiar con las presiones del Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap) y con las voces de oposición que quieren imponerse por la fuerza a su acérrimo competidor, la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) operada por la firma holandesa APM Terminals.