La fabricación de cada moneda de ¢5 le cuesta al Central ¢7,10, lo que se traduce en una pérdida nominal de ¢2,10 por pieza. El alto costo persiste pese a que desde el 2004 se imprimen en aluminio, el metal más barato disponible para este fin.
La fabricación de cada moneda de ¢5 le cuesta al Central ¢7,10, lo que se traduce en una pérdida nominal de ¢2,10 por pieza. El alto costo persiste pese a que desde el 2004 se imprimen en aluminio, el metal más barato disponible para este fin.