Las mejores políticas económicas no pueden curar todos los males sociales o culturales. Pero sí pueden ayudar a Occidente a evitar su pesimismo pernicioso, y hacer posible una política de optimismo liberal y progresivo.
Las mejores políticas económicas no pueden curar todos los males sociales o culturales. Pero sí pueden ayudar a Occidente a evitar su pesimismo pernicioso, y hacer posible una política de optimismo liberal y progresivo.