Para iniciar el proyecto requería ¢4 millones, pero en las cuatro instituciones a las que recurrió le indicaron que no valía la pena hipotecar la finca y una conocida le sugirió una opción.
Para iniciar el proyecto requería ¢4 millones, pero en las cuatro instituciones a las que recurrió le indicaron que no valía la pena hipotecar la finca y una conocida le sugirió una opción.