La facturación electrónica contribuye a la disminución de la evasión fiscal. Además, favorece la reducción de costos de las empresas (por ejemplo, evita el gasto de envío de las facturas) y agiliza los procesos de cobros.
La facturación electrónica contribuye a la disminución de la evasión fiscal. Además, favorece la reducción de costos de las empresas (por ejemplo, evita el gasto de envío de las facturas) y agiliza los procesos de cobros.