Bajo la presidencia de Rodrigo Cubero, el Banco Central de Costa Rica ha permitido una mayor volatilidad del tipo de cambio. Así lo anunció Cubero al iniciar su gestión y así lo hemos observado en los resultados del mercado cambiario, en especial a finales del 2018. En otras palabras, esta institución le ha perdido el miedo a la flotación cambiaria, al menos parcialmente.