La misma pregunta vuelve a trinar desde el almendro: ”¿Por qué somos tan arrogantes y soberbios para creer que la única “realidad”, “verdad”, es la nuestra y atacamos con violencia y denigramos a quienes tienen otras perspectivas?”
La misma pregunta vuelve a trinar desde el almendro: ”¿Por qué somos tan arrogantes y soberbios para creer que la única “realidad”, “verdad”, es la nuestra y atacamos con violencia y denigramos a quienes tienen otras perspectivas?”