En materia de pobreza, las distancias entre lo urbano y lo rural son groseras. Antes de la pandemia, aproximadamente 1 de cada 3 personas era pobre en las regiones Brunca, Pacífico Central, Huetar Atlántica y Chorotega, mientras que en la Región Central la pobreza aún no llega al 20%. El desempleo y el subempleo en las zonas rurales suma un 26,5%, mientras que la informalidad campea por doquier. Las oportunidades de empleo sean escasas y se concentren en el sector agropecuario, la pesca y el turismo.