Lo cierto es que el Estado no puede seguir pagando salarios, incentivos y pluses al ritmo actual. Cada año que pasa con el actual sistema de remuneraciones solo acelera el paso del país hacia el despeñadero fiscal.
Lo cierto es que el Estado no puede seguir pagando salarios, incentivos y pluses al ritmo actual. Cada año que pasa con el actual sistema de remuneraciones solo acelera el paso del país hacia el despeñadero fiscal.