Giorgina Sarno y Víctor Uban sabían que tenían un gran reto por delante. Ellos crean postres de origen italiano, poco conocidos en Costa Rica. Tenían que difundirlos y ganar el gusto de los consumidores.
“Queríamos poner a la Dolce World en el mapa”, dijo Giorgina.
“Ha sido complicado, ha sido titánico”, afirmó Víctor.
La corriente está a su favor.
El gasto de consumo final de los hogares impulsa la actividad comercial, según el Banco Central de Costa Rica.
La gastronomía es, además, una categoría preferida por el 65% de los usuarios, indica el estudio de Red 506 de El Financiero.
Herencia
Víctor y Giorgina son oriundos de Anzoátegui, Venezuela. Él es abogado y ella odontóloga. Estaban dedicados a su profesión y fundaron un negocio llamado Dolce World, dedicado a los postres italianos. Las recetas eran heredadas.
La abuela de Giorgina, Ángela, aprendió de su madre en Trani, una zona cercana a Bari en la costa adriática del sur de Italia, antes de migrar a Venezuela durante la Segunda Guerra Mundial. “Ella disfrutaba mucho cocinando”, dijo Giorgina. Y enseñando.
Ángela le enseñó a su nieta y también a Víctor, que no sabía nada de cocina. Víctor se apasionó y estudió gastronomía.
Datos vitales |
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Empresa: Dolce World. |
Fundadores y socios: Giorgina Sarno y Víctor Uban. |
Fundación: 2016. |
Productos: ocho productos que incluyen cannoli, biscotti, amaretti, waffles, pizza, croissant, pannisticks, maritozzo di Roma, affogato expresso, brownie con helado, cannobrownie, muffin de arandanos, crostata, queque seco, tiramisú. |
Comercialización: en 20 tiendas de Auto Mercado (excepto en los ubicados en playas) y 8 tiendas de Pricesmart. |
Precios: desde ¢800 a ¢10.000. |
Colaboradores: 8. |
Ubicación: Centro Comercial Del Río Plaza, Brasil de Mora. |
Los postres, además, se distinguían por no utilizar preservantes ni conservantes. Ángela falleció en 2023 y las cajas de los postres que comercializa Dolce World llevan una foto suya. “Estaba muy contenta porque decía que la iban a conocer en Costa Rica”, contó Giorgina.
En Venezuela llegaron a vender en supermercados, en particular con crema de avellana. Estaban recién graduados y combinaban sus trabajos profesionales con su propia empresa. Pero tuvieron que venir a vivir a Costa Rica.
Reinicio
La situación económica en Venezuela complicó la obtención de la materia prima para los productos. Víctor y Giorgina viajaron a Costa Rica a finales de 2016.
Buscaron asesoría legal, información del mercado y confirmaron que había poca oferta de postres italianos. Tenían dos grandes retos al frente: reiniciar el negocio y dar a conocer los productos. “La gente no sabía qué era un biscotti o un cannoli”, explicó Víctor. Debían ir poco a poco. Luego darían el salto a los supermercados.
Giorgina ingresó como secretaria en una clínica fisioterapéutica cerca de La Sabana y Víctor en un restaurante de Lindora, como cocinero. Producían en la casa y vendían a los vecinos en Santa Ana. Les preguntaban si tenían un sitio adonde ir para probarlos y tomar un café.
El primer paso fue abrir un quiosco en el centro comercial Terrazas, en Lindora, a principios de 2017, con unas mesas y sillas. La poca competencia no ayudaba. Ofrecían los productos en Uber Eats, repartían volantes y mantenían su presencia en redes sociales.
En 2019 se registraron y obtuvieron la certificación de pequeña empresa (pyme) del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Para entonces tenían una interesante línea de negocios: de varios restaurantes les plantearon que les vendieran los postres para ellos incluirlos en sus menús.
En la pandemia volvieron a sus inicios, vendiendo desde la casa. En la app de delivery los pedidos aumentaron 2.000%. Durante ese periodo conocieron a profundidad las ventas en línea. Cuando se volvió a la normalidad, Giorgina y Víctor reabrieron el quiosco en Terrazas. El siguiente paso abrió toda una nueva etapa.
Salir de la casa
Al regresar a Terrazas, la demanda se incrementó. Los restaurantes interesados en vender los postres aumentaron de 2 en 2020 a 6 al año siguiente y a 36 en la actualidad. Era el momento de ir a los supermercados.
Para esto también debían cumplir con los requisitos de inocuidad y tener un mayor espacio para producción. Encontraron un local en Santa Ana y luego se trasladaron al Centro Comercial Del Río Plaza, en Brasil de Mora, donde están actualmente.
La presencia en Automercados y en Pricesmart lo justificaba. Ya para entonces estaban por completo dedicados al negocio. Víctor desde 2018 y Giorgina desde principios de 2022. Ahora viajaban al centro de producción con un nuevo acompañante: Víctor Valentín, su hijo, hoy de cuatro años.
Varios de los pasos que dieron fueron utilizando los servicios de BAC, por la agilidad —afirmó Víctor— en la apertura de cuentas personales y de la empresa, así como en otros servicios. El banco incluso asignó a ejecutivas para la atención. Aún no imaginaban que lograrían darse a conocer de una forma que no habían pensado.
El premio
En mayo pasado, Giorgina y Víctor recibieron un correo electrónico en el que el banco abría la convocatoria para sus premios. Decidieron entrar al concurso, pues tenían la documentación actualizada, ya que recién habían tramitado un crédito. “Queríamos que la gente dijera: ‘¿quiénes son?’”, explicó Víctor.
Giorgina confiesa que es muy reservada, pero se encargó de exponer lo que hacían en Dolce World en las diferentes actividades de cada etapa del concurso. Entre 300 empresas, quedaron de finalistas. La última presentación fue ante la plana mayor del banco.
El 23 de octubre pasado, durante el evento de cierre del Seminario Pymes, se empezó a entregar los premios de cada una de las cinco categorías. La de Empresa del Año era la última. En cada caso, presentaban primero a las pymes finalistas.
Giorgina y Víctor estaban muy nerviosos. Pero al mismo tiempo tenían confianza porque son optimistas. Antes de anunciar a la ganadora presentaron a las pymes finalistas. Ahí estaba Dolce World. Habían logrado el objetivo. Ambos se sentían satisfechos. Pero el resultado fue mejor: eran los ganadores.
Subieron al escenario principal, saludaron a los altos ejecutivos, recibieron el premio y luego brindaron entrevistas a los telenoticieros. El premio incluía $4.000 que deben invertir en el negocio. Llega en buen momento.
El plan es alquilar dos locales vecinos en el Centro Comercial Del Río Plaza. Ahí ampliarán las instalaciones de producción y en uno irá una cafetería, que servirá también para cumplir el objetivo que se plantearon desde el inicio: darse a conocer.
Es una meta clave, en especial porque están a punto de ingresar en las tiendas de conveniencia Fresh Market y en Vindi, lo que exige —como en Pricesmart y Automercado— mucho trabajo de marketing para que sus productos se vendan.
No se quedarán ahí. Mediante arrendamiento, adquirirán dos camiones para cubrir las rutas de entregas a las tiendas de los supermercados, a las tiendas de conveniencia y a los restaurantes.
Los esfuerzos siguen. Cada semana, Giorgina debe ir a alguna tienda de Pricemart para demostración de los productos.
La mayor satistacción, aparte de ir logrando su meta inicial, es sentirse más seguros de lo que están haciendo y ofreciendo. “Es una experiencia increíble”, recalcó Giorgina.
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