En octubre de 2018 Gricket House sorprendió a un mercado desprevenido con el lanzamiento de sus barritas saludables de proteína basadas en harina de grillos. Luego vinieron tiempos difíciles. Se superaron y ahora se enfilan a nuevos planes. La clave: la paciencia.
La idea surgió en 2016. Andrés Muñoz estudiaba contaduría pública en la Universidad de Costa Rica (UCR). Tenía que llevar un curso complementario que no estuviera relacionado con su carrera.
Matriculó una materia llamada Fundamentos de Biología. Como parte de las actividades, el profesor llevó al grupo al museo de insectos, ubicado en los sótanos de la Escuela de Música, en la misma sede central de la UCR en San Pedro de Montes de Oca. El encargado les dijo algo que a Andrés le quedó grabado.
El especialista explicó que los insectos aumentarían su importancia en la cadena de alimentos de la población en el futuro por su riqueza en minerales, vitaminas y proteínas.
A diferencia de otras actividades, como las agropecuarias, en su producción no se consumen recursos naturales y el impacto ambiental es mínimo.
Es más: la creación y producción de alimentos basados en insectos es sostenible, no genera desechos y no tiene consecuencias ecológicas. El biólogo les prometió ayudar a quien quisiera aprovechar la oportunidad.
Andrés le tomó la palabra y al año siguiente ya estaba cultivando grillos en el mismo museo. El siguiente paso fueron las pruebas de snacks de proteínas, pues un estudio de mercado indicó que había oportunidades en el segmento de consumo de aperitivos. Y lo comprobó con rapidez.
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Asistió a una feria organizada por la UAM en su sede de La California. “En 20 minutos ya no tenía nada”, cuenta Andrés. “Se probó que la producción basada en insectos es posible, pese a los tabúes”.
De inmediato se puso a producir.
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Inicio, bajón y superación
Como no tenía dónde, empezó la producción en la casa. A su mamá Liz Vega y a su padre Ricardo Muñoz les sorprendió. Pero lo apoyaron.
Las ventas empezaron a darse en forma intermitente, más por la falta de materia prima. Estaban en aún en la fase de prueba y había que incrementar el cultivo de insectos. El cambio se asomaba.
Gricket House alquiló su primer local para la producción en Lomas de Ayarco y empezó a colocar el producto en gimnasios y otros centros de deportes y ejercicios. Las ventas confirmaron una vez más el potencial de mercado. Pero a la vuelta de la esquina todo se vino al suelo.
Con la pandemia cerraron los gimnasios y los otros centros deportivos donde vendían las barritas. “Se producía y se vendía muy poco”, dice Andrés.
Esperó con paciencia: al final de un túnel siempre debe existir una salida. Tardó dos años.
Andrés tocó muchas puertas y estas se empezaron a abrir. En 2022 colocó productos en Fresh Market. En 2023 estaba en los estantes en Auto Mercado. Y en 2024 las ventas se consolidaron en ambas cadenas e ingresó a supermercados fuera del Valle Central: en Comprabien y en BM.
Cada uno de esos logros tuvo un impacto directo en su flujo de caja. Las ventas se duplicaron cada año. La tendencia en el mercado sigue ese rumbo.
A nivel global, se espera que el volumen de ventas de las proteínas de insectos aumente 21% en el quinquenio de 2023 a 2028, según Mordor Intelligence, una firma de investigación de mercado ubicada en India.
La Promotora de Comercio Exterior (Procomer) también reportó que la industria mundial de insectos comestibles se encuentra en plena evolución y Costa Rica cuenta con potencial para participar en ese mercado, el cual en el 2020 fue de $894 millones a nivel mundial. E crecimiento anual esperado por año es de 26,5% al 2027.
A nivel mundial, el 63% del mercado destina sus productos al consumo humano. Los grillos constituyen el 42% de los insectos comercializados.
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Al futuro
Con el ingreso en las cadenas de supermercados en el Área Metropolitana, ya se podía pensar en nuevos pasos de cara al futuro y a explorar nuevos mercados. La nueva etapa partía de un reconocimiento básico: se requiere apoyo.
El desarrollo de un negocio depende de la preparación, la orientación y el empuje que se pueda recibir de otros actores del ecosistema emprendedor.
Gricket House, en la que se incorporó como socio Luis Diego Bolaños, ingresó en 2023 a un programa llamado GreenTech impulsado por Fundación Crusa, Procomer e Incae. La iniciativa tiene dos fases.
En ese año era la primera fase, de incubación de emprendimientos. Al siguiente, en 2024, era la fase de aceleración. Gricket House participó en ambas y fue seleccionada para la tercera etapa: financiamiento.
Recibió un importante monto, cuyo monto Andrés prefirió reservarse, de Pomona Impact, un fondo de inversión de Guatemala. Con este dinero, Cricket House da nuevos pasos.
El primero fue establecerse en una instalaciones más adecuadas para los planes que vienen. Después de cinco años, dejó el local de Lomas de Ayarco y se instaló en la Zona Franca Parque Industrial Z, en Cartago. Ahí ocupa una bodega de 250 metros cuadrados, un espacio cinco veces mayor. Las expectativas son altas.
El capital recibido de Pomona, a través de GreenTech, también le permitirá traer desde China un equipo para automatizar el proceso de producción. Con esta máquina se quintuplica la capacidad instalada. Necesitarán personal, además: unas 10 personas.
Es un paso necesario para cumplir con dos metas. Por un lado, para incrementar las ventas y consolidar el mercado a nivel local. Por el otro, para exportar a partir de 2026, iniciando en Centroamérica. Ya se trabaja con Procomer en este plan.
Lo harán con los cinco productos actuales: barras con sabores de chocolate amargo, mantequilla de maní, chocolate blanco, fresa y piña colada. Los precios en punto de venta final son de ¢2.200 y ¢2.500. También están preparando dos nuevos lanzamientos.
Uno Andrés prefiere mantenerlo en reserva. Otro está en pruebas y Andrés lo menciona con orgullo: es un producto basado en harina de grillo para pancakes que esperan comercializar con fuerza a partir de mediados de 2025.
El inicio del proyecto y los malos tiempos, en definitiva, quedaron en un simple recuerdo. Ahora la paciencia es con la llegada de la máquina.