La empresa Hules Internacionales acaba de trasladarse a unas instalaciones propias en Tambor de Alajuela. Ahora está en Calle León, una entrada de lastre que comparte con otras empresas, como una fábrica de muebles.
Juan Carlos Calderón, su fundador, compró una amplia planta donde instaló las máquinas para moler materiales de desecho, realizar el filtrado, las mezclas y crear las piezas casi totalmente recicladas que vende a nivel local y en el exterior, como pesas y alfombras para gimnasios de crossfit y alfombras antideslizantes, entre otros 50 productos.
A un costado está el terreno donde construirá una bodega y al frente un cafetal donde levantará otra instalación.
“Todo lo que hice hasta el momento es con recursos propios”, cuenta Juan Carlos, quien fue peón, operario, supervisor y gerente de una empresa hasta que lo cesaron.
A instancias de su esposa, Jessica Ramírez, terminó primero el bachillerato y más tarde fundó su empresa. Por iniciativa propia, dió otro paso.
Desde peón
Juan Carlos es de Pozos de Santa Ana. Nació en una familia dedicada al campo. Cultivaban hortalizas y legumbres. Él mismo trabajó desde que tenía 12 años de edad como peón en cultivos de cebolla, tomate y café, así como en lecherías. También estuvo en construcción. La opción de estudiar no existía.
Las circunstancias se alinearon. En 1997, al cumplir la mayoría de edad, entró como asistente de operario en Terramix, fabricante de sellos para tubería. Le tocó hasta barrer. Fue cuando conoció a Jessica.
Cada día que él iba al trabajo saludaba a Jessica, que iba al colegio en la buseta. Fueron novios y se casaron. Ella de 18 años y él de 19. En la actualidad, la familia la completan Kathlyn, que es doctora; Samadel, que trabaja en la empresa como jefe de planta y estudia ingeniería en electromecánica; y, el menor, Fabricio.
Juan Carlos solo tenía el sexto grado de primaria. Un día Jessica lo matriculó en bachillerato por madurez, pagó las materias y compró los libros. “Yo vi que él tenía mucho potencial”, dice Jessica.
En la empresa ascendió. Primero a operario y luego a supervisor. Y en 2014 lo encargaron de la unidad de reciclaje, donde fue gerente. Aprendió a gestionar los procesos ambientales siguiendo los estándares de la industria. Se hizo un experto.
Lo llamaban de diferentes empresas para que les diera asesoría. En un viaje a Guatemala, en 2018, al gerente de la compañía Latex Centroamericana le impresionó su conocimiento, pues resolvió un problema que ninguno de sus ingenieros había podido solucionar. Juan Carlos regresó a Costa Rica con una espinita.
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Desde el aeropuerto Juan Santamaría llamó a Jessica y le dijo que le llevara el título de secundaria. Un amigo que era ingeniero eléctrico le recomendó dónde estudiar. Jessica y Juan Carlos se fueron directo a la Universidad Fidélitas. No sabía si había matrícula o no.
Era setiembre de 2019 y estaba por iniciar el tercer cuatrimestre. Matriculó tres materias de ingeniería industrial. Pero no le fue como quería.
Uno de los cursos era introducción al cálculo, donde obtuvo un 17 de 100 puntos. Las malas bases de matemática y el tiempo transcurrido le pasaron factura. No se dio por vencido.
Al cuatrimestre siguiente matriculó cinco materias, para reponer. Una era de un bloque avanzado. Otra era cálculo. Los resultados cambiaron. En cálculo sacó 97.
Esta vez viajó todos los fines de semana a Acosta. Estudió con un compañero suyo, Reiner, tan joven que podía ser su hijo y tan brillante que le ayudó a dar ese salto.
Juan Carlos concluyó la carrera en 2024. Antes de eso, en los cuatro años anteriores, le cambió la vida.
En lo propio
Desde hacía algún tiempo, Jessica le decía que dejara de regalar su talento. Juan Carlos empezó a desarrollar algunos productos propios, cuya fabricación subcontrataba.
El paso definitivo vino cuando lo despidieron debido a los ajustes realizados en medio del confinamiento y la caída de los mercados en la pandemia.
Al día siguiente estaba dedicado totalmente a lo propio. Uno de sus primeros proyectos fue en la instalación de alfombras fabricadas de desechos de llantas en Bridgestone. Con un socio fundó una empresa en 2021, pero al año se fracturó la sociedad.
Juan Carlos creó la empresa Hules Internacionales en 2022. Ahí se incorporaron su esposa Jessica, como encargada de la planilla, la contabilidad y otras labores administrativas; y su hijo Semadel, encarga de la planta de producción. Incluso diseñó y construyó varias máquinas.
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La primera instalación de Hules Internacionales estuvo en Villa Bonita, en Alajuela. Después se trasladó cerca del Aeropuerto Juan Santamaría. Hace tres semanas a Tambor. “Todo sucedió muy rápido”, dice Juan Carlos, que destaca el apoyo de Imporquín, una empresa proveedora de varios insumos, como el isocianato (un pegamento).
“Para nosotros es un gran honor ver todo el crecimiento de Juan Carlos en lo profesional y como emprendedor”, dice Alejandra Campos, ejecutiva de ventas de Imporquín, quien también fue su compañera en varios cursos de ingeniería.
Nuevos rumbos
En el proceso de producción los desechos son triturados. El material molido es filtrado para separar el polvo de hule de metales que pueda llevar. Luego es mezclado para formar las piezas en diferentes máquinas. Así se fabrican 50 productos. Los clientes son locales y también de afuera.
“Recuerdo la primera exportación”, dice Juan Carlos. Fue en 2022 a Sky Fitness, un gimnasio ubicado en Tegucigalpa, Honduras. También vende a Guatemala, Nicaragua y Chile.
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El material es obtenido de diferentes empresas. La idea ahora es ampliar el portafolio con productos fabricados a partir de desechos de otros materiales, como bolsas y mecates plásticos. También espera desarrollar productos de superficies en frío. Para todo eso se está importando una máquina desde China.
Tanto la máquina como la incorporación de más tipos de desechos exigen contar con más espacio. Por eso Juan Carlos adquirió, además de las actuales instalaciones, un terreno ubicado al frente y otro instalado a un costado del local actual.
La meta es generar y consolidar su nuevo modelo de negocios, así como convertirse en un líder regional en manufactura de productos reciclados.
Aparte de requerir un mayor suministro de la energía, cuya solución está en proceso de instalación por parte del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Juan Carlos busca financiamiento.
“Estamos consolidando la empresa”, dice Juan Carlos. “Hacer esta empresa es una de las cosas más duras que he tenido en mi vida”.
Datos vitales |
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Empresa: Hules Internacionales |
Fundador: Juan Carlos Calderón |
Fundación: 2022 |
Productos: 50 productos de hule reciclado, en varias líneas de producción, seguridad vial y sector agropecuario, como fitness como discos y alfombras para gimnasios de crossfit y alfombras antideslizantes y para el transporte de ganado. |
Precios: desde $14 a $55 por metro cuadrado en el caso de alfombras |
Mercados: Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Chile |
Ubicación: Tambor de Alajuela |
Colaboradores: tiene 16 personas en la actualidad y está por contratar otras 5 para una nueva línea de producción |
Recomendación emprendedora: “Que emprendan en algo en lo que sean buenos, en lo que sepan que se van a desenvolver y que ya conocen. Que se preparen más allá del conocimiento que tengan para sostener la empresa: necesitas saber de otras herramientas, de contabilidad, de costos, de distribución de planta, de obligaciones con el Estado y para sobrevivir en el mercado. El emprendimiento es inicial, pero hay que transformarlo en empresa. Que se enfoquen y le pongan toda la energía”. |
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