¿Colones o dólares? Esa es una de las primeras preguntas que debe hacerse cualquier persona que haya decidido iniciar un ahorro o una inversión, sin importar cuán versado o no sea en temas financieros.
Buscar una respuesta concreta puede ser una tarea elusiva, así que antes de sumergirnos sobre cuál moneda elegir, vale la pena hacer la siguiente salvedad: la elección siempre va a variar dependiendo de una serie de factores personales y coyunturales, así que dude de quien le quiera vender una solución universal y atemporal.
Aún así, hay ciertos elementos en los que hay que fijarse a la hora de sopesar las monedas. Se los explicamos a continuación.
Defina cuánto riesgo está dispuesto a tomar
A la hora de elegir entre dólares y colones, hay que definir qué tan atrevido se es a la hora de asumir un riesgo cambiario. El mercado de monedas, por más que posee ciertas estacionalidades, es difícil de predecir, así que para las personas que quieran jugar a la segura, es algo que deben tomar en cuenta.
Por ejemplo: los dólares que se compraron el 1° de enero, para el 20 de setiembre ya valen “menos” por efecto cambiario, algo difícil de imaginar después de que el precio de la divisa alcanzó máximos de ¢700 apenas en junio pasado.
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Sin embargo, ese “jugar a la segura” no depende de la moneda per se sino de la moneda en la cual usted recibe sus ingresos o paga sus deudas.
Jorge Corrales, gestor de Portafolios de Acobo, recomienda calzar sus ahorros e inversiones con la misma moneda que tiene sus créditos para evitar el riesgo cambiario. Por el contrario, si no le tiene miedo a ese riesgo o si no tiene deudas, tal vez le sea más atractivo tener una combinación alrededor del 50% entre ambas circulantes.
La diversificación suele ser una recomendación habitual, principalmente en épocas como las actuales donde tanto los colones como los dólares presentan tasas competitivas.
El objetivo también determina la moneda
Con qué fin está ahorrando es otra pregunta clave que le ayudará a determinar cuál elegir y, de hecho, es un factor que va muy de la mano con la determinación de ese apetito de riesgo.
A manera de ejemplo: si su objetivo es un viaje turístico, donde lo más probable es que sus gastos vayan a ser en dólares, ¿vale la pena ahorrar en colones? En la mayoría de casos la respuesta es no. Si bien puede que la apuesta le dé frutos a través de una combinación favorable de bajas en el tipo de cambio y subida de tasas en colones —como las que se han vivido en este tercer trimestre del 2022— hay un nivel de riesgo y especulación de por medio que se debe tomar en cuenta.
Aún así, el riesgo cambiario suele pesar menos cuando es una conversión de dólares a colones que una de colones a dólares, debido a que la tendencia a largo plazo de la moneda local es la depreciación con respecto a la divisa estadounidense.
Evalúe la competitividad de las tasas
Las tasas de interés básicamente lo que van a determinar es cuánto le va a “pagar” el intermediario financiero por el dinero que usted ahorra o invierte en él. Estas varían dependiendo del instrumento, la moneda y el plazo.
Pongamos el caso de un ahorro a la vista —un instrumento más seguro en el que el usuario puede recuperar su dinero en cualquier momento—, que pagará bastante menos que un certificado de depósito a plazo donde el ahorrante se compromete a no sacar su dinero hasta que finalice un tiempo determinado.
Con las monedas sucede lo mismo. El colón, al ser una circulante más débil que el dólar, necesita de tasas más altas para compensar su depreciación y hacer más atractivo el incentivo de ahorrar o invertir en ella por encima del dólar.
Cuán grande es esa compensación dependerá siempre de la coyuntura económica. Actualmente la diferencia entre las tasas en colones y dólares es lo suficientemente grande como para incentivar el ahorro en colones debido a la política restrictiva que está aplicando el Banco Central de Costa Rica para combatir la inflación.
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Al 20 de setiembre, la Tasa Básica Pasiva (TBP) —la cual se utiliza para calcular los rendimientos en colones— estaba en 5,65%, es decir, 3,89 puntos porcentuales (p.p.) por encima de la Tasa Efectiva en Dólares (TED, su contraparte para la divisa). Esto, por supuesto, no significa que el ahorro en dólares no valga la pena; más bien quiere decir que los colones también son atractivos.
“Normalmente preferiría los dólares, sin embargo, hoy en día podría ser más bien una opción diversificada, mitad y mitad, porque los colones están dando rendimientos bastante altos por encima de los dólares”, considera Corrales.
Sin embargo, este no es siempre el caso. Un año atrás el país estaba bajo una política monetaria expansiva, donde más bien se incentivaba el gasto y no el ahorro. Esto se tradujo en una tasa baja para las operaciones en colones. Para el 20 de setiembre del 2021, la TBP estuvo en 2,85%, apenas 1,44 p.p por encima de la TED. Durante esas épocas el dólar reinó como la moneda por excelencia del ahorro y la inversión.
En síntesis, el ahorrante debe valorar cuánto pesa la diferencia de tasas entre una moneda y otra, y cuáles son las perspectivas a futuro: ¿se vendrá una política monetaria restrictiva con tasas altas en colones o una expansiva donde es probable que el dólar reine? Esto dependerá de las expectativas del Banco Central, es decir, si la economía necesita desacelerarse por presiones inflacionarias, como las que se viven en 2022, o si más bien se necesita impulsar el crecimiento, como se dio en el 2021 por la pandemia.
El plazo también influye
Los rendimientos también se ven influenciados por los plazos. Kimberly Quesada, jefe de asesoría y seguridad financiera de Coopenae, recomienda apostar por los dólares cuando el objetivo es a largo plazo, principalmente por esa tendencia extensa a la depreciación que ha mostrado históricamente el colón, más allá de pequeños oasis de apreciación como el del tercer trimestre del 2022.
Además, actualmente hay otro fenómeno que le resta atractivo a los colones hacia el largo plazo: el ajuste hacia el alza todavía no se ha transferido hacia mayores plazos a diferencia de los dólares.
“Estamos viviendo un entorno en que los títulos a muy corto plazo, menos de un año, están rindiendo a tasas más altas que títulos de cuatro o cinco años. Esto debido a que el mercado costarricense es muy poco líquido así que no ha absorbido todavía esos ajustes”, explica Corrales. No obstante, este es un fenómeno transitorio.
Hay instrumentos donde reina el dólar
Si bien hay instrumentos de ahorro e inversión como los certificados de depósito a plazo y los bonos donde suele haber variedad y competitividad entre monedas (dependiendo de las tasas), hay otros más sofisticados en los que el dólar es la mejor opción, muchas veces porque, incluso, es prácticamente la única.
Esto se da en particularidad con las inversiones en mercados accionarios donde las alternativas en colones son sumamente limitadas, mientras que en dólares hay todo un abanico de posibilidades. Los instrumentos más sofisticados tienden también a tener un mayor riesgo de por medio.