El Grupo de los Siete (G7), integrado por los países del mundo de mayor peso político, económico y militar en el ámbito global, acordó este sábado respaldar un acuerdo internacional histórico para crear un impuesto del 15% a las multinacionales.
Los ministros de Finanzas del G7, que agrupa a Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido y la Unión Europea como bloque, lanzaron así un mensaje para una nueva reforma fiscal global que cumple una promesa del grupo centrada en que las grandes empresas internacionales comiencen a pagar lo justo.
El G7 también implica a nivel de organización a los jefes del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF).
La decisión sobrevino en una reunión previa a la cumbre que se desarrollará la otra semana en la región costera de Carbis Bay en Cornwall, en el Reino Unido.
El nuevo tributo acordado este día por los jerarcas implica que empresas globales como Amazon, Apple, Google o Facebook resulten las más afectadas pues hoy legalmente pueden tributar en un país con condiciones fiscales ventajosas, el negocio que generan en otros países.
Este paso significará que este tipo de corporaciones tributarán en los países donde venden sus productos y servicios y no en donde geográficamente declaran sus beneficios.
El ministro de Finanzas inglés, Rishi Sunak, preside este fin de semana un encuentro de estas potencias en ese país para abordar los desafíos fiscales que surgen de la economía digital global, informó la organización de la cumbre en un comunicado de prensa.
Después de años de discusiones, los ministros de finanzas acordaron reformas que harán que las multinacionales paguen “su parte justa de impuestos en los países en los que hacen negocios”.
El futuro impuesto se basa en un principio de una tasa mínima global que garantiza que las corporaciones globales paguen impuestos de al menos el 15% donde hagan operaciones.
“Asegurándose de que los mercados desempeñen su papel en la transición a cero neto, el grupo también siguió el ejemplo del Reino Unido al comprometerse a hacer obligatorio que las empresas informen sobre el impacto climático de sus decisiones de inversión, y pasos concretos para tomar medidas enérgicas contra los delincuentes ambientales”, indicó el G7 en el comunicado.
Con este cambio, los países ricos buscan evitar una “carrera a la baja” en las políticas fiscales.
Si bien el G7 no tiene un papel oficial en un proceso de reorganización del recaudo de tributos mundial, este pacto sí podría enviar señales en ese sentido para conseguir más acuerdos en el marco de negociaciones en curso tanto en el G20 como en la OCDE.
El G20 o Grupo de los 20 es un foro internacional de gobernantes y presidentes de bancos centrales donde se discuten políticas vinculadas a la promoción de la estabilidad financiera internacional. Es en el plano internacional, el principal espacio de deliberación política y económica del mundo.
La OCDE, a la cual recientemente ingresó Costa Rica, es un organismo de cooperación internacional compuesto por 38 estados cuyo fin es coordinar las políticas económicas y sociales de sus integrantes.
Disposiciones
El impuesto del 15% a transnacionales lo aplicaría el G7 a empresas globales con al menos un 10% de margen de beneficios.
Además, el 20% de cualquier beneficio que esté por encima será considerado como generado en el país de origen de la actividad de la empresa y gravado en consecuencia, según el comunicado del G7.
El efecto para el G7, es que sus gobiernos recibirán una mayor cantidad de ingresos fiscales de grandes multinacionales con las cuales ayudarse a pagar servicios públicos en sus naciones.
El grupo también acordó el principio de al menos el 15% de impuesto mínimo global a sociedades aplicado país por país. Conforme el comunicado del grupo, esto creará un campo de juego más nivelado entre las empresas tentadas a tributar menos y una forma de prevenir la evasión fiscal.