Caracas. El líder opositor Juan Guaidó, reconocido por unos 50 países como presidente interino de Venezuela, había asegurado que la ayuda humanitaria entraría “sí o sí” el pasado 23 de enero. Pero su plan, por el momento, fracasó por la férrea resistencia de los militares.
Tras la fallida operación que dejó cuatro muertos y decenas de heridos en disturbios en las fronteras con Colombia y Brasil, surgen tres preguntas clave:
Guaidó pidió a la comunidad internacional considerar “todas las cartas” y este lunes demandó, en una reunión en Bogotá del Grupo de Lima (13 países latinoamericanos y Canadá) y Estados Unidos, no abrir espacios al presidente Nicolás Maduro, porque –a su juicio– hacerlo pondría bajo amenaza al continente.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, reiteró este lunes en Bogotá que el gobierno de Donald Trump "tiene todas las opciones abiertas".
To President @jguaido of Venezuela, it is a great privilege to share this moment. I bring you and President of Colombia @IvanDuque a very simple message from @POTUS Trump & the United States of America: We are with you 100%. pic.twitter.com/iEaTyDvB7i
— Vice President Mike Pence Archived (@VP45) February 25, 2019
"Maduro está más aislado que nunca y su gobierno se está convirtiendo en un paria internacional", afirmó a AFP David Smilde, experto del centro de investigación WOLA.
Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos, cree que si la comunidad internacional está dispuesta a avanzar con la determinación que plantea, "entonces Maduro aceleró un desenlace desfavorable".
"Si no, entonces las cosas se complicarán de manera importante para las aspiraciones de la oposición", declaró el analista a la AFP, pues "a lo interno se le va agotando a Guaidó el margen de maniobra".
"El tanque de combustible era pequeño. El juego depende ahora más de la comunidad internacional", agregó.
Aunque Guaidó dice no descartar la intervención de una fuerza extranjera, se multiplican en el exterior voces en contra, como las de Unión Europea (UE), Canadá y varios países de América Latina, donde hay tristes recuerdos de invasiones estadounidenses.
Está, según Eurasia Group, la opción de más sanciones internacionales. Estados Unidos congeló cuentas y activos venezolanos –cuyo control entregó a Guaidó–, y desde el 28 de abril aplicará un embargo al petróleo.
Ante ello, Maduro busca el apoyo financiero de sus aliados Rusia, China y Turquía. La opción de una asfixia económica es más lenta, según los expertos.
Guaidó llegó a Colombia el pasado viernes –según él con ayuda de los militares– desafiando una orden judicial que le impedía salir del país pues está acusado de “usurpación” de las funciones del presidente.
Aunque no ha dicho cuándo regresará a su país o cómo lo hará, el gobernante colombiano Iván Duque aseguró que "debe volver" puesto que "es el presidente de Venezuela".
Analistas estiman que, a su retorno, el líder opositor de 35 años tendrá que soportar la presión de sus seguidores, pues muchos pueden frustrarse.
"Tendrá que ser decidido, pero también manejar las expectativas. Sin duda, el apoyo al régimen se está erosionando, pero su colapso puede llevar más tiempo de lo que se pensaba inicialmente", dijo Michael Shifter, de Diálogo Interamericano (Washington).
Hasta ahora las autoridades no han dicho lo que harán con Guaidó cuando regrese, pese a que amenazaron con cárcel a los "traidores de la patria" y a quienes han abogado por una invasión.
Aunque no haya entrado a Venezuela, el bloqueo de la ayuda afectó aún más la imagen de Maduro, pero –dijo Shifter– no “fue el golpe de gracia”.
Unas 600 toneladas fueron acopiadas en la ciudad colombiana de Cúcuta, pero dos camiones fueron quemados en un puente fronterizo el sábado en el intento de entrada. Guaidó responsabiliza a Maduro, el gobierno asegura que fueron los mismos opositores.
"La instrucción del presidente Duque es que esas ayudas se preserven de la mejor manera posible. Están en cuartos fríos todos los perecederos, están en sitios climatizados el resto de las ayudas", comentó la vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez.
Los cargamentos regresaron a las bodegas para, según Ramírez, esperar "el momento propicio más adelante" para enviarlas a Venezuela, aunque no sería en el corto plazo.
La ayuda de Brasil son unas 200 toneladas de alimentos no perecederos y medicinas que permanecerán en una base aérea en Boa Vista, capital del estado fronterizo de Roraima.
De ellas, unas 10 toneladas están en dos camiones estacionados en Pacaraima, en la frontera, en un puesto militar. Por el momento quedarán ahí, según fuentes brasileñas.
Asimismo, en Curazao -el otro centro de acopio-, migrantes venezolanos que residen en Estados Unidos han amarrado dos buques cargados de ayuda, luego de una advertencia de la marina.
Estados Unidos parece firme en la estrategia de la ayuda. Pence anunció este lunes 56 millones de dólares en asistencia humanitaria adicional.