El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) reporta pérdidas desde el año 2016, una de las mayores presiones se debe al peso de la deuda y al efecto de la devaluación del colón frente al dólar para el pago de las deudas.
En el 2020 la empresa estatal reportó pérdidas por ¢110.000 millones respecto al 2019 de acuerdo a datos publicados por el diario La Nación.
EF conversó con la jerarca sobre la situación financiera de la institución, así como los principales desafíos que enfrentan los negocios de la electricidad y las telecomunicaciones en medio de un mercado en disrupción.
A continuación, un texto con el extracto de la entrevista y el video con la conversación completa.
―Desde el 2016, ¿en cuántos años ha reportado pérdidas el Grupo ICE? ¿Cuál es la capacidad financiera de la entidad para seguir acumulando resultados negativos?
Sí, el Instituto, en los últimos años, ha venido evolucionando en el desarrollo de sus resultados financieros. Cerca de los últimos cuatro años y a partir del 2016, que es la fecha que usted cita, hemos venido reportando pérdidas pero cada vez son menores y están mucho más focalizadas.
Las acciones que hemos venido tomando han dado resultados positivos, fundamentalmente en el 2020. El 2020 es el primer año en que el Instituto, pese a las condiciones de la pandemia y a la caída de la demanda eléctrica del orden del 3%, ha logrado tener un margen de operación.
Estamos hablando de resultados en donde los ingresos han sido superiores a sus gastos, incluso es el primer año en los últimos cuatro años que este resultado es suficiente para cubrir los gastos financieros.
¿Qué es lo que ha pasado en el 2020? La pérdida del valor del colón respecto al dólar y la relación de esta con el peso de la deuda que el Instituto tiene en dólares, esa devaluación es la devaluación cambiaria que ha afectado al Instituto, ¢151.000 millones ha sido el efecto por devaluación cambiaria, pero el Instituto ha ganado ¢30.000 millones en cifras preliminares no auditadas y que esperaría, en las próximas semanas, tener los estados financieros auditados.
Cifra que no responde a la gestión operativa del Instituto y aquí es muy importante indicar que los ahorros, la eficiencia, el manejo financiero y técnico que le hemos dado en los últimos meses y en los últimos dos años al Instituto son ese resultado.
En los últimos cuatro años es el primer año que el margen de operación del Instituto supera los ¢30.000 millones y suficiente para haber cubierto sus costos de operación. Incluso el Ebitda (ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones) que es un indicador financiero muy importante para efectos de los bancos, de las empresas, de los inversionistas, alcanzó el 41%, uno de los más altos de los últimos años y quizá, me atrevería a decir, uno de los más altos de la industria.
―¿Pero cuánto tiempo más puede la institución aguantar resultados negativos?
Con total confianza y con la seguridad técnica de las acciones que hemos venido desarrollando puedo darle la tranquilidad de que la tendencia que el Instituto traía del pasado la hemos empezado a revertir.
Más bien, podría asegurar sobre la base de las decisiones que hemos venido tomando, incluyendo quizá la más importante que es el proceso de renegociación de deuda que inició el año pasado, que los efectos son total y absolutamente positivos, y que no es un tema de cuánto vamos a sostener, no, el ICE está en franca recuperación financiera. Iniciamos un proceso de renegociación financiera el año pasado del orden de $220 millones y este año continuaremos con el orden de $520 millones.
Estamos trabajando con inversionistas, con las instituciones financieras y les estamos demostrando que, precisamente, las acciones que hemos venido tomando pese a la pandemia han sido totalmente sólidas y le están dando al Instituto la fortaleza de poder revertir la acumulación de esos resultados en el futuro.
El 2020 es un año muy importante, el tema del margen de operación es un reflejo de esas acciones.
Le quiero mencionar que Fitch, una de las calificadoras con las que trabajamos, recientemente nos ha mantenido la calificación (B con perspectiva negativa) en época de pandemia y pese a todas estas condiciones, porque reconoce los esfuerzos que el Instituto ha venido realizando y los resultados que está obteniendo producto de esos esfuerzos.
Así las cosas he de decirle que el ICE está fortaleciéndose sobre bases sólidas y sobre decisiones técnicas.
Vea la entrevista completa en el video adjunto al inicio.