El boom de La Nube despierta pasiones entre quienes defienden este sistema piramidal y quienes todavía lo ven con recelo y cautela por desconfianza o desconocimiento. Se trata de un esquema de Ponzi en el que una base de ocho inversionistas iniciales le transfieren su dinero a la persona que ocupa la cúspide de la estructura.
Estos sistemas piramidales de Ponzi no generar riqueza porque el dinero que reciben los participantes no es producto de una inversión, sino que proviene del traslado de recursos de las personas que ingresaron al nivel más bajo del escalafón.
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Aunque durante el auge de estos modelos piramidales es muy común escuchar historias de personas que afirman haber ganado dinero –incluso varias veces–, los riesgos asociados al sistema de Ponzi son muy altos ya que no existen garantías reales por el dinero invertido y cuando el modelo se agote, porque las personas ya no quieren entrar o porque existe sobre demanda, entonces La Nube colapsará y dejará una estela de perdedores.
Para explicarlo con un ejemplo más claro, si La Nube se reproduce diez veces y colapsa, entonces dejará únicamente diez ganadores de ¢80.000 cada uno y 70 perdedores de ¢10.000 cada uno.
Hay quienes defienden que La Nube no es un esquema de Ponzi, pero sí lo es. Se trata de una variación conocida como pirámide cerrada o controlada, mediante la cual participan menos niveles, en este caso son cuatro y un número fijo de personas, que en este modelo se construye con 15 miembros.
La Nube es un esquema de Ponzi por las siguientes razones teóricas y prácticas:
1- Es un sistema en el que la persona que encabeza la pirámide recibe dinero a partir de las inversiones que hacen los ocho miembros que están en el nivel más bajo.
2- No existe ninguna garantía financiera o física (producto) por esa inversión inicial, ¿qué pasaría si la pirámide colapsa? Todos los demás pierden.
3- Es una actividad que se desarrolla de manera informal, es decir, cualquier persona puede abrir una o varias nubes sin ofrecer ninguna garantía.
4- Se realiza en la sombra, esto significa que no está regulada y que no genera riqueza lícita para el sistema económico como sí lo hacen el salario formal, la venta de bienes o servicios y la producción de las empresas privadas.
Cualquier persona puede armar una Nube por medio de grupos de WhatsApp, redes sociales u otro mecanismo. En Costa Rica existen diferentes opciones con requisitos de ingreso que van desde los ¢10.000, pero que pueden ascender hasta los ¢600.000. Entre más alto es el monto inicial, más alto es el riesgo.
En el siguiente video EF explica, con la ayuda del analista Daniel Suchar, cuáles son los riesgos de poner su dinero en La Nube.
El siguiente video se comparte en diferentes grupos de WhatsApp y se usa para explicar, de forma rápida e impersonal, el funcionamiento de La Nube.