La aprobación de la rebaja al impuesto sobre la propiedad de los vehículos y motocicletas, aprobada a finales de septiembre, trajo varias noticias a los conductores. No solo pagarán menos por este tributo desde el 1.° de noviembre, si no que además podrán saber con claridad cuál es el valor fiscal de sus unidades de forma anticipada para los próximos años.
Los diputados actualizaron una normativa para calcular este monto que estuvo vigente desde finales de los años 1980 hasta este 2023. El cambio en las tablas de depreciación es clave para hacer este cálculo.
Una forma sencilla de revisar actualmente el valor fiscal de los vehículos es por medio de la web del Ministerio de Hacienda, en el apartado de autogestión. Con solo ingresar el número de placa, el sistema brindará los detalles sobre la unidad como el último impuesto pagado y por supuesto el valor.
La otra opción es revisar el derecho de circulación más reciente y en la esquina inferior izquierda está el dato.
¿Qué hay detrás de este cálculo y cómo cambiará con la nueva ley?
Hasta este año, Hacienda utilizaba un sistema de clases tributarias que agrupa a la flota vehicular actual según sus características como tipo de carrocería, antigüedad, extras que tuviese el vehículo y otros detalles puntuales. Cada vez que una marca nueva entraba al mercado o se presentaba alguna especificación que no estuviese registrada, se abría una clase nueva.
Según Rudolf Lucke, director general de Hacienda, lo que se hacía era unir a los vehículos en unas 50.000 clases tributarias, entonces cuando un carro ingresaba al país con un mayor valor al registrado, se revisaban los valores de la flota actual y se ajustaban en función del valor de ese carro que ingresó. Esto afectaba a toda la clase tributaria y por eso subía el precio del resto de vehículos.
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Con la ley recién aprobada, esto quedó atrás y no se utilizará más como criterio para el valor fiscal. Por otra parte, de acuerdo con Hazlet Chavarría, experto en impuestos de Grant Thornton, tampoco se usarán datos de inflación, se modifican los datos de depreciación, se incrementan los tramos impositivos y se adicionan nuevas tarifas.
El Financiero explica cómo será de ahora en adelante la metodología para obtener el valor fiscal, con la ayuda de Grupo Camacho Internacional.
Veamos las tablas de depreciación tanto para carros como para motos.
Para automóviles
Tomemos como referencia un vehículo 4x4 modelo 2021, cuyo valor fiscal para el periodo 2023 era de ₡27.280.000 según datos de Hacienda. Mientras tanto, el de compra fue de ₡33.783.918.
El próximo año tendrá una depreciación de tres años, por lo tanto para calcular el nuevo valor fiscal se debe tomar el precio de compra y multiplicarlo por el porcentaje de depreciación para el tercer año, es decir, un 28,5% (₡33.783.918 x 0,285).
Posteriormente ese monto se resta del valor de compra y quedará la base imponible de ₡24.155.501 que es también el nuevo valor fiscal. Aquí la operación.
Otro ejemplo es el de un automóvil 2014, con un valor ante Hacienda de ₡5.370.000 y un precio de compra de ₡11.277.385.
Aplicando la misma fórmula del ejemplo anterior, vemos que el carro tendrá una década de depreciación, que corresponde a un 63,90%.
Siguiendo el mismo orden de operaciones, el nuevo valor fiscal de este vehículo será de ₡4.071.136. Esta es la operación:
¿Y las motocicletas?
Veamos un caso práctico de una motocicleta modelo 2017, con un cilindraje de 170 cc. El valor de compra en ese año fue de ₡985.000. Por otro lado, el valor fiscal para este año era de ₡390.000, según los datos de Hacienda.
Para el próximo año, la motocicleta ya tendría siete años de depreciación, según la tabla que incluye el proyecto de ley. Por lo tanto, el cálculo del nuevo valor fiscal sería el siguiente:
Primero se debe determinar la nueva base imponible ajustada que resulta de multiplicar el valor de compra por el porcentaje de depreciación que aparece en la tabla, en este caso por ser el séptimo año corresponde a 67,94%.
El resultado se resta nuevamente sobre el valor de compra y se tendría la base imponible final o nuevo valor fiscal. Aquí la representación gráfica.
La nueva flota vehícular
Las unidades que empiecen a circular tras la entrada en vigencia de la nueva ley, ya sean nuevas o usadas, tendrán como base el valor aduanero para definir el impuesto, es decir el que registran cuando llegan al país. La gran diferencia es que para los nuevos no se incluirán los impuestos de importación.
En el caso de los usados, si no existiera información de precio de compra o valor aduanero, se utilizarán datos del Registro Nacional basados en los que se tengan de vehículos con características similares.
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Los valores no subirán, asegura Hacienda
Con la implementación de esta nueva ley, hay cambios no solo en la forma en la que se implementa el cobro del impuesto a la propiedad, como en la valoración que tendrán los carros de ahora en adelante. Estos cambios se deben aplicar primero en los sistemas de tributación y posteriormente en aduanas.
“Los valores fiscales de la flota vehicular actual van a ajustarse con la nueva depreciación que trae la nueva ley para establecer el impuesto a la propiedad y eso va a disminuir siempre el valor fiscal de los vehículos, por lo tanto no se van a presentar aumentos”, agregó Lucke.
Si bien Hacienda asegura que no habrá cambios, una buena práctica para evitar sorpresas es revisar en el sitio web de Hacienda el valor fiscal de su automóvil o motocicleta a partir del 1.° de noviembre para revisar que todo esté en orden.