La Unión Europea y Gran Bretaña anunciaron el miércoles que sostuvieron conversaciones “constructivas” sobre el futuro de su relación a pesar de que la pandemia del coronavirus ha entorpecido las negociaciones en persona. Sin embargo, ambas partes se mantienen distantes a si se podrá lograr un acuerdo para finales de año.
Los principales negociadores Michel Barnier, para la UE, y David Frost, para Gran Bretaña, tuvieron una videoconferencia para programar fechas para próximas rondas de conversaciones de una semana de duración a finales de abril, mediados de mayo y principios de junio.
Gran Bretaña dejó formalmente el bloque de 27 países el 31 de enero, pero sigue dentro de la órbita económica de la UE, incluyendo su mercado único para comerciar bienes y servicios, hasta finales de año. Ambas partes tienen hasta entonces para lograr una nueva relación que incluya comercio, seguridad y una variedad de temas más.
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La UE considera que es poco tiempo, dado que la mayoría de los acuerdos comerciales tardan años en negociarse. Bajo los términos del acuerdo del divorcio, el periodo de transición puede extenderse dos años más.
El primer ministro Boris Johnson insiste que no pediría una extensión, antes de que la pandemia del coronavirus cambiara drásticamente la vida y consumiera las energías de los gobiernos en el mundo.
Los planes de las conversaciones en Londres y Bruselas fueron descartados cuando tanto Barnier como Frost se enfermaron de COVID-19, aunque ambos se recuperaron.
Ambas partes consideran que la cumbre de junio es la última oportunidad para posponer la fecha límite pasado el 31 de diciembre. Los países y altos funcionarios de la UE están en contra de presionarse con la fecha límite justa que impuso Londres.
Pero incluso mientras Johnson se recupera de un caso de COVID-10 que lo envió a cuidados intensivos, Londres dice que no pedirá más tiempo.