La Unión Europea (UE) le pidió este sábado a Estados Unidos que reconsidere su decisión de cortar los lazos con la OMS, ya que la “solidaridad mundial” y la “cooperación multilateral” serán la única manera de ganar la batalla a la pandemia, que sigue avanzando en países como Brasil.
"La cooperación y solidaridad mundiales mediante esfuerzos multilaterales son los únicos medios eficaces y viables de ganar esta batalla que libra el mundo", dijeron en un comunicado conjunto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el responsable de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell.
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La manera en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha gestionado esta pandemia ha sido objeto de críticas de Estados Unidos desde hace semanas. A los comentarios negativos de Washington siguió su decisión de reducir la contribución financiera a la organización y finalmente, el viernes, Trump anunció que cortaba sus lazos con la agencia de salud de la ONU.
"La OMS tiene que seguir estando en condiciones de dirigir la respuesta internacional a las pandemias actuales y futuras. Para ello, la participación y el apoyo de todos son necesarios e indispensables", agregaron Von der Leyen y Borrell.
"Instamos a Estados Unidos a que reconsidere la decisión anunciada", pidieron, explicando que la UE "sigue apoyando a la OMS y ha entregado ya fondos suplementarios".
Desde el comienzo de la epidemia, Trump reprochó a la OMS que era demasiado indulgente con China. Estados Unidos, primer donante de la OMS, "redirigirá estos fondos financieros a otras necesidades de salud pública urgentes y globales que lo merezcan", según su presidente.
Pierden los más pobres
Estados Unidos aportaba el 15% del total de presupuesto de la OMS, que maneja una cantidad de dinero "muy similar a la de un hospital de talla media en un país desarrollado", según su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus. En total, la organización da trabajo a 7.000 personas en todo el mundo.
La decisión de Trump pondrá sin duda en peligro programas sanitarios en los países más pobres del mundo, manifestaron expertos.
Es una decisión "loca y aterradora", la definió Richard Horton, redactor-jefe de la prestigiosa revista médica británica The Lancet.
La contribución estadounidense se destina esencialmente a África y Medio Oriente. Cerca de un tercio de estas contribuciones cofinancia las operaciones de lucha contra las urgencias sanitarias, y el resto es dedicado a los programas de erradicación de la poliomelitis, a la mejora del acceso a los servicios de salud y a la prevención y la lucha contra las epidemias.
La decisión de Estados Unidos se produce en un momento en que la pandemia no da tregua en el país. El viernes registró 1.225 nuevas muertes por coronavirus y en total, el COVID-19 ya se ha cobrado más de 102.000 vidas, aunque las cifras reales podrían ser muy superiores.
El gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció que estudia un levantamiento parcial de las medidas de confinamiento en Nueva York para la semana del 8 de junio, siempre y cuando los indicadores de salud pública lo permitan.
Esta flexibilización afectaría inicialmente solo a una parte de la economía, principalmente a la construcción y a la manufactura. Nueva York, con más de 21.000 muertos es, de lejos, la ciudad más afectada por el coronavirus del mundo.
Brasil, quinto país en número de muertos
En total, la pandemia se ha cobrado al menos la vida de 364.362 personas en todo el mundo desde que brotó a finales de diciembre en China, según un recuento de la AFP basado en fuentes oficiales. También se han registrado más de 5,9 millones de casos en 196 países y territorios.
Brasil es ya el quinto país del mundo con más muertos por coronavirus con casi 28.000 decesos y los balances de víctimas siguen agravándose cada día.
El gigante sudamericano registró 1.124 decesos en las últimas 24 horas y parece que aún no ha alcanzado el pico de la pandemia. Sólo se encuentra por detrás de Estados Unidos, Gran Bretaña (38.161 fallecimientos), Italia (33.229) y Francia (28.714).
Los expertos advierten que los casos de contagio, que superan los 465.000 oficialmente, pueden ser 15 veces superiores, debido a la falta de pruebas de diagnóstico en el país.
En términos proporcionales, las cifras de Brasil son sin embargo menos graves. El país registra 131 muertos por millón de habitantes, frente a más de 300 en Estados Unidos y a 580 en España.
Los dos estados con más muertos y casos son Sao Paulo y Rio de Janeiro (sudeste), pero los más afectados en relación a su población son los de la empobrecida región del norte y nordeste, cuyos sistemas sanitarios están al borde del colapso.
Según los expertos, el PIB de Brasil podría retroceder más del 10% este año. El factor económico es la razón principal que mueve al presidente Jair Bolsonaro a oponerse a las medidas confinamiento que han decretado varios gobernadores y alcaldes, siguiendo las recomendaciones de la OMS y de la comunidad científica internacional.
Según una encuesta del instituto Datafolha divulgada el viernes, en este momento, un 50% de los brasileños entrevistados para el estudio evalúa negativamente la forma en que Bolsonaro hace frente a la crisis y solamente un 27% la aprueba.
Meses de angustia
En Europa, este sábado continúa el desconfinamiento. En Italia se reabrió al público la Torre de Pisa, mientras que en la capital ucraniana, Kiev, vuelven a funcionar centros comerciales y hoteles.
En Francia abrieron los parques y jardines públicos así como los grandes almacenes parisinos Galeries Lafayette, que exigirán a los clientes llevar mascarilla para entrar y guardar la distancia de seguridad.
Los museos, cafeterías y restaurantes franceses volverán a abrir el martes, y en París solo se podrá consumir por ahora en las terrazas y con límites.
"Han sido meses de angustia constante, no tener para comer ni para pagar el arriendo", explicó Laura González, una colombiana de 20 años, que vive en París con su familia. Ninguno tiene papeles en regla ni trabajo fijo y han perdido todos sus ingresos desde que comenzó el confinamiento a mediados de marzo.
Gracias a una red de ayuda creada por otros latinoamericanos en París, 700 personas están recibiendo alimentos o cupones para el supermercado.
Esta semana se sucedieron los datos negativos de empresas en todo el mundo, se anunciaron importantísimos recortes de personal en empresas como la aerolínea Easyjet o los fabricantes de automóviles Nissan o Renault, y se confirmaron las expectativas negativas para las economías de numerosos países. Los datos de PIB del primer trimestre difundidos en estos días sólo son un prólogo de los funestos balances esperados para el segundo trimestre.
En España, por ejemplo, la crisis ha agravado la pobreza y se han disparado las peticiones de ayuda alimentaria, lo que empujó al gobierno a aprobar el viernes la creación de un ingreso mínimo vital.
El gobierno estableció el ingreso en 462 euros ($512) por mes para un adulto que vive solo. La medida beneficiará a unos 850.000 hogares, o 2,3 millones de personas.
En el plano médico, un medicamento, la “anakinra”, inicialmente destinado a enfermedades reumáticas, dio resultados “alentadores” para tratar las dolencias graves provocadas por el COVID-19 al reducir el riesgo de muerte y la necesidad de usar respiración asistida en cuidados intensivos, según un estudio francés.