La negativa del presidente colombiano, Gustavo Petro, a recibir los aviones estadounidenses con migrantes colombianos deportados por la nueva administración de Donald Trump —argumentando tratos indignantes por parte de las autoridades norteamericanas— desató una crisis diplomática y económica que parece calmarse, pero que podría ser el primer síntoma de otras tensiones.
La negativa de Petro llegó luego de múltiples reportes que llegaron desde Brasil, donde las autoridades aseguraron que los primeros migrantes deportados por Estados Unidos a ese país fueron tratados de forma denigrante; por ejemplo, que viajaron esposados durante todo el trayecto, y sin la posibilidad de ir al baño o de tomar agua.
“Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece”, aseguró Petro en sus redes sociales; y luego anunció que había hecho “devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos” en la mañana del domingo.
LEA MÁS: Así impactará la victoria de Donald Trump a Costa Rica
La respuesta de Petro, sin embargo, hizo de todo menos aplacar los bríos de Trump.
Por el contrario, el magnate neoyorkino que recién inició su segundo mandato en la Casa Blanca amenazó inmediatamente con imponer aranceles de importación de hasta un 25% para los productos colombianos y con suspender la emisión de visas para los ciudadanos de ese país. Colombia tuvo que retroceder, al menos temporalmente.
En esta nota, EF le explica la crisis diplomática y económica, y por qué no se ha zanjado por completo.
¿Qué dijo Petro?
Petro explicó por medio de sus redes sociales que la decisión de rechazar el ingreso de los aviones estadounidenses con migrantes deportados respondía a la falta de garantías de que se trataran con dignidad.
“No puedo hacer que los migrantes queden en un país que no los quiere; pero si ese país los devuelve, debe ser con dignidad y respeto con ellos y con nuestro país”, indicó.
Según dijo, debían ser trasladados “en aviones civiles” (no militares) y “sin trato de delincuentes”.
La decisión evitó el ingreso a Colombia de dos aviones este fin de semana.
LEA MÁS: Trump y el Canal de Panamá: ¿puede Estados Unidos adueñarse del canal?
Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 26, 2025
Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos.
No puedo hacer que los migrantes queden en un país que no los quiere; pero si ese país… https://t.co/U1MmWrNio1
¿Cómo respondió Trump?
Trump respondió a la postura de Petro anunciando la suspensión indefinida de las operaciones de la sección de visas en la embajada de Bogotá; así como la imposición de aranceles de un 25% a todos los productos colombianos. El porcentaje de los impuestos de importación ascendería a un 50% al cabo de una semana, agregó por medio de una publicación en su red social, Truth Social.
Petro, entonces, replicó anunciando que aplicaría la misma medida en sentido contrario. Es decir, que también aplicaría aranceles de un 25% sobre los productos de Estados Unidos, y que podrían subir a un 50% luego.
El colombiano dijo que entonces subirían los precios de los bienes norteamericanos dentro de la economía local, pero que entonces esos productos tendrían que ser remplazados con insumos de producción nacional y que su gobierno ayudaría en ese proceso.
La relación comercial entre Colombia y Estados Unidos, sin embargo, es asimétrica. Según publicó el Wall Street Journal, con base en datos de la Oficina del Censo, Estados Unidos importó $16.100 millones de productos colombianos en 2023; mientras que la nación sudamericana recibió $17.700 millones en productos estadounidenses. No obstante, Colombia ocupa el puesto 26 entre todos los socios comerciales de Estados Unidos, pero la potencia es el principal socio comercial de los colombianos con un 28% de la participación total.
Trump también prometió castigos directos a los dirigentes colombianos. Por ejemplo, la prohibición de viajar y revocar los visados de los funcionarios del Gobierno; así como de “todos sus aliados y simpatizantes”. Ello, explicó Trump, correspondía a “todos los miembros del partido y familiares”. Por último, también indicó que se realizarían “inspecciones reforzadas” de aduanas a las personas y cargas provenientes de Colombia, “por motivos de seguridad nacional”.
La Ley de Facultades Económicas en Emergencias Internacionales (IEEPA, por sus siglas en inglés) le permite a quien ocupe la Presidencia de los Estados Unidos imponer amplias sanciones económicas a países, gobiernos, organizaciones o individuos. Es un mecanismo que se ha utilizado con múltiples naciones y personas a lo largo de la historia reciente.
LEA MÁS: ¿Es posible que Donald Trump compre Groenlandia? Las razones detrás de su plan y su viabilidad
¿Cedió Colombia?
Al cierre del domingo, Petro cedió ante las demandas de Trump.
En un comunicado oficial, la Cancillería colombiana aseguró que se había superado “el impase (sic)” con el gobierno de Estados Unidos, y añadió que el país sudamericano seguiría “recibiendo a los colombianos y colombianas que retornen en condición de deportados, garantizándoles condiciones dignas, como ciudadanos sujetos de derechos”.
“El Gobierno de Colombia, bajo la directriz del presidente Gustavo Petro, tiene dispuesto el avión presidencial para facilitar el retorno de los connacionales que iban a llegar hoy al país en horas de la mañana, en vuelos de deportación”, añadió.
También indicó que el canciller Luis Gilberto Murillo y el embajador Daniel García-Peña viajarían a Washington en las próximas horas para “sostener reuniones de alto nivel”.
Comunicado oficial pic.twitter.com/VlTD49lsQs
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) January 27, 2025
En tanto, la Casa Blanca, en un tono menos conciliador, señaló que el Gobierno de Colombia había aceptado “todos los términos del presidente Trump”. Ello incluía “la aceptación sin restricciones de todos los extranjeros indocumentados de Colombia que regresen de los Estados Unidos, incluso en aeronaves militares estadounidenses, sin limitaciones ni demoras”.
Esta situación generó una especie de tregua y la suspensión de las medidas previamente anunciadas por Trump, aunque la situación sigue en vilo y las autoridades estadounidenses advierten de que Colombia debe cumplir con sus compromisos.
La suspensión del sistema de visas, por ejemplo, se mantendría hasta que aterrice el primer avión con migrantes a territorio colombiano, explicó el gobierno estadounidense.
Colombia ha sido usualmente cercana a Estados Unidos, pues es estratégica para la nación norteamericana en cuanto a la gestión de la seguridad regional. No obstante, la relación entre Petro y Trump es compleja. Petro considera que la estrategia antidrogas de Estados Unidos no es efectiva porque no resuelve los problemas estructurales y de salud pública; y este domingo incluso insinuó que el estadounidense, quien le llama “socialista” en tono ofensivo, podría “intentar dar un golpe de estado” con “su fuerza económica y su soberbia”.
Síntoma de problemas mayores
La disputa entre Trump y Petro es la primera que surge luego de que Trump activó su programa de deportaciones masivas desde Estados Unidos. Sin embargo, podría no ser la última con Colombia o con el resto de la región.
El estadounidense había prometido en campaña realizar la mayor deportación de inmigrantes de la historia estadounidense.
Esta también es la primera vez que Trump habla de imponer aranceles formalmente a otras naciones desde que regresó a la Casa Blanca. Antes de acceder nuevamente al poder, el mandatario había mencionado la posibilidad de elevar los impuestos de importación en detrimento de países como Canadá, México y China tan pronto como llegara a la Casa Blanca. Sin embargo, finalmente no lo había hecho —al menos de entrada— y Colombia resultó ser el primer blanco de este tipo de medidas.
En medio de ese contexto, la presidenta hondureña y actual presidenta pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) convocó a una Asamblea Extraordinaria, en formato híbrido, para el próximo 30 de enero. Castro aseguró que el llamado es “urgente” y que responde a la necesidad de tratar temas de migración, medio ambiente y unidad regional.
Petro confirmó su participación de forma presencial.
Como Presidenta Pro Témpore (PPT) de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convoco con carácter urgente a una reunión de presidentes y jefes de Estado; próximo jueves 30 de enero a las 11:00 a.m. (hora de Honduras). pic.twitter.com/vEXCwCZBQl
— Xiomara Castro de Zelaya (@XiomaraCastroZ) January 26, 2025
Esta cita además coincidiría con la visita de Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano, a varios países de la región. Según publicaron medios internacionales y agencias de noticias, Rubio pasaría por naciones como Costa Rica, Panamá, Guatemala, El Salvador y República Dominicana, con base en declaraciones de la la portavoz del departamento, Tammy Bruce.
Costa Rica no se ha pronunciado sobre la situación todavía.
Este mismo domingo, la diputada Kattia Cambronero, del Partido Liberal Progresista, resumía la dificultad de la situación geopolítica regional por medio de sus redes sociales. “América Latina se dividirá y eso significará un acomodo comercial en la región (...) La agresividad y la polarización social será el día a día”, redactó, pidiendo “¡Cautela e inteligencia!“ a las autoridades del Gobierno.