El expresidente Donald Trump, claro favorito para la nominación republicana de cara a las presidenciales de 2024, comparece este jueves 3 de agosto ante un tribunal de Washington acusado de conspiración para cambiar el resultado de las elecciones de 2020.
En un texto de 45 páginas publicado el martes 1.° de agosto, el fiscal especial Jack Smith lo acusa de socavar los cimientos de la democracia estadounidense al intentar alterar el conteo de votos en las presidenciales, una inculpación inédita y especialmente grave dado que en aquel entonces era presidente en ejercicio.
Al contrario, las otras dos inculpaciones penales dictadas contra él este año, una por fraude contable debido al pago de dinero a una actriz porno para comprar su silencio y otra por haber puesto en peligro la seguridad nacional con el manejo negligente de documentos confidenciales, corresponden a un periodo anterior y posterior a su mandato.
La corte donde se le leerán los cargos está cerca del Capitolio, la sede del Congreso de Estados Unidos, que fue asaltada por cientos de partidarios de Donald Trump el 6 de enero de 2021 en su afán por impedir que se certificara la victoria de su oponente demócrata Joe Biden.
El asalto fue "alentado por las mentiras" que el acusado contó durante meses sobre el presunto fraude electoral a favor de Joe Biden, dijo Smith tras hacer pública la inculpación.
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Al alba, aproximadamente un centenar de periodistas guardaban cola para entrar en el tribunal. Tanto el edificio como el Capitolio están rodeados de barreras de seguridad.
Instrumentalización
El fiscal declaró el martes que quiere “un juicio sin demora”, de modo que podría coincidir con la campaña por las elecciones presidenciales de 2024, y quizá con Trump como candidato. A día de hoy es el claro favorito para las primarias republicanas.
Por el momento se desconoce el impacto de la nueva inculpación en su candidatura.
Una y otra vez el exmandatario ha denunciado una “cacería de brujas”, una nueva “injerencia electoral” y un “uso político” de la justicia para impedirle ser candidato. E insiste, sin pruebas, en que le “robaron” las elecciones de 2020.
Este jueves se mantuvo firme. En su plataforma Truth Social acusó a Biden de ordenar al departamento de Justicia que le atribuya "tantos delitos como se puedan inventar". Quieren, dice, obligarle "a gastar grandes cantidades de tiempo y dinero en defenderse".
Trump ya ha gastado millones de dólares en abogados, agotando casi los fondos de su campaña para la que recaudó por ahora más de $54 millones en seis meses, bastante más que sus rivales republicanos.
"Los demócratas no quieren competir contra mí, de lo contrario no recurrirían a esta instrumentalización sin precedentes de la 'Justicia'. Pero pronto, en 2024, será nuestro turno", añadió.
Según dijo el miércoles, su última inculpación "ha revelado al mundo la corrupción, el escándalo y el fracaso que han tenido lugar en Estados Unidos durante los últimos tres años", bajo el mandato de su sucesor.
A pesar de sus enredos judiciales, Trump cuenta con la lealtad de un amplio sector de su partido. Mantiene una ventaja sustancial en las encuestas para la nominación republicana, con mucha diferencia respecto a su rival más cercano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Y este podría no ser su último dolor de cabeza judicial. La fiscalía de Georgia también investiga si Trump intentó ilegalmente cambiar el resultado de las elecciones de 2020 en este estado del sur del país.