Washington. El presidente Donald Trump firmó el lunes una orden que allana el camino para imponer aranceles a las importaciones chinas valuadas en hasta $60.000 millones, porque alega que el país asiático se está robando la tecnología estadounidense y está presionando a las empresas de Estados Unidos a entregarla.
“Es el mayor déficit comercial con ningún país en la historia de nuestro mundo” , declaró el mandatario estadounidense sobre la balanza entre ambos países, lo cual dijo que ha sido causa de que se pierdan empleos en Estados Unidos.
Trump aseguró que sus acciones volverán más fuerte y rico a Estados Unidos.
China ya advirtió que tomará “todas las medidas necesarias” para defenderse, acercando la posibilidad de una guerra comercial entre las dos principales economías del planeta.
La Casa Blanca informó el jueves que Trump ordenará la oficina del representante comercial estadounidense (USTR) que en un plazo de 15 días publique una lista de propuestas de aranceles para ser comentadas por la ciudadanía.
La USTR ya ha identificado objetivos potenciales: 1.300 líneas de producto valuadas en unos $48.000 millones. El presidente también pidió al secretario del Tesoro Steven Mnuchin presentar una lista de restricciones a las inversiones chinas.
Los mercados bajaron ante las noticias de un creciente conflicto comercial entre los dos países.
El anuncio culmina con una investigación de siete meses de Estados Unidos sobre las tácticas que han permitido a China desafiar la supremacía estadounidense en tecnología, entre ellas usar hackers para robar secretos comerciales y exigir que empresas norteamericanas entreguen secretos comerciales a cambio de tener acceso al mercado asiático. Washington dice que los años de negociaciones con Beijing no han dado resultados.
Al mismo tiempo, cadenas minoristas, empresas del sector electrónico y agrícola se preparan para conocer las “medidas necesarias” que prometió el gobierno chino para defenderse de las acciones que anunció Trump.
Decenas de grupos industriales enviaron una carta a Trump la semana pasada advirtiéndole que la “imposición de aranceles generalizados desatará una reacción en cadena de consecuencias negativas para la economía estadounidense, provocando represalias, lo que sofocará a la agricultura estadounidense, bienes, servicios y exportaciones y elevará los costos para los consumidores” .
Los grupos empresariales opinan que se necesita hacer algo ante el enérgico avance tecnológico chino, pero les preocupa que Beijing responda aplicando sanciones a las exportaciones de aviones, soja y otros productos estadounidenses en una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo.