El Partido Acción Ciudadana (PAC) elegirá este 22 de agosto a la persona con la que buscará la Presidencia de la República en 2022. Sus tres ofertas son un exministro de Economía con una visión del partido más cercana a la de sus inicios (Welmer Ramos), una expresidenta legislativa más afín al partido en su más reciente función de gobierno (Carolina Hidalgo), y un exministro del Deporte de bajo perfil, pero también más cercano a la etapa más reciente de la agrupación (Hernán Solano).
Las tendencias muestran dos caras de un mismo partido: una más benevolente con los últimos años del partido oficialista y sus pactos alcanzados para viabilizar sus administraciones; y otra que más bien se muestra disconforme.
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“Siempre hay un antes y un después de gobernar. Ahora hay una división en el partido que se empieza a identificar, sin que eso quiera decir que no estaba desde antes”, observó la politóloga Eugenia Aguirre, del Observatorio de la Política Nacional de la Universidad de Costa Rica (OPNA-UCR). “Ahora vemos una fractura entre un grupo más relacionado con los orígenes del PAC y con sus liderazgos originarios (representado en Welmer Ramos), y otro más relacionado con el PAC en gobierno (en Carolina Hidalgo)”, subrayó.
EF revisó el perfil de los tres precandidatos del PAC de cara a las elecciones presidenciales de 2022, en las que uno de ellos será el encargado de afrontar el desgaste del PAC, tras ocho años en el Gobierno, e intentar alcanzar un inédito tercer gobierno consecutivo para una misma agrupación política en el país.
Carolina Hidalgo
Carolina Hidalgo Herrera (38 años, San José) es la precandidata más afín al gobierno del presidente Carlos Alvarado. Ella fue presidenta legislativa entre 2018 y 2019, año en que el Congreso tramitó el complejo proyecto de reforma fiscal y una reforma para acortar los procesos legislativos, entre otras iniciativas.
Hidalgo –que es diputada todavía– cuenta con el respaldo de la base partidaria en gobierno.
Por ejemplo, recibió la adhesión de cuatro de sus nueve compañeros de fracción, entre ellos la del exministro de la Presidencia, Víctor Morales Mora. Él es uno de los principales hombres de confianza para el presidente Carlos Alvarado, según el mismo mandatario reconoce, y hace cuatro años fue su jefe de campaña.
Morales afirmó apoyar la candidatura de Hidalgo para que defienda “un Estado social y democrático de derecho con finanzas públicas sanas”: palabras que se refieren a una supuesta tendencia “fiscalista” que las corrientes disconformes dentro del partido le recriminan al gobierno.
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La legisladora se promueve a sí misma como “una evolución” de los gobiernos del PAC hasta el momento; sin embargo, su mayor cercanía es con la última administración.
Esa postura “más oficialista” de Hidalgo le genera respaldos, pero también anticuerpos. Un amplio sector del PAC recrimina a la administración Alvarado por lo que consideran una excesiva cercanía a sectores poderosos y por algunos de sus acercamiento o negociaciones con partidos como Liberación Nacional (PLN), Restauración Nacional (PRN) y similares, para viabilizar sus proyectos.
Antes de ser diputada, Hidalgo fue directora nacional de Resolución Alterna de Conflictos en el Ministerio de Justicia y Paz, entre 2014 y 2017. Su afiliación al PAC data de 2011 (es relativamente novedosa).
De alcanzar la candidatura, Hidalgo sería la primera mujer en aspirar a la presidencia por el partido de gobierno.
Entre sus principales banderas, la precandidata enarbola proyectos de movilidad urbana y de carga para las zonas más alejadas; por ejemplo, dice apostar por “transporte colectivo” de la mano del proyecto de tren eléctrico interurbano que también ha sido bandera del actual gobierno. Otra de sus propuestas es reducir las cargas sociales para pequeñas y medianas empresas.
Welmer Ramos
Welmer Ramos González (Liberia, 60 años) representa a una versión más cercana a los orígenes del PAC. El exministro de Economía en el gobierno de Luis Guillermo Solís (2014-2018) tiene una visión más proteccionista y es defensor de la figura del Estado como productor y regulador en el mercado.
Ramos –quien ahora mismo también es diputado– es precandidato por segunda ocasión consecutiva. En 2017, perdió la contienda interna del partido de gobierno contra el actual presidente Carlos Alvarado; sin embargo, en aquel momento la división entre continuistas y no continuistas en estilo de administración no era marcada, como ahora.
Su afiliación al PAC es la más antigua de los tres precandidatos. Es miembro del partido desde su fundación y fue asesor legislativo durante los primeros años de la agrupación. Según dijo en una reciente entrevista con el periódico La República, considera que el actual gobierno carece de “una visión de país del PAC”.
Cuenta con el respaldo de figuras importante en el PAC; por ejemplo, de su compañera de fracción Paola Vega. Ella se sumó a su precampaña después de que Ramos revirtió su posición más conservadora en asuntos de derechos humanos, argumentando coincidencias de fondo en temas económicos y de política social.
Asimismo, recibió el apoyo de la expresidenta del partido y hasta hace pocas semanas también precandidata, Marcia González; quien recientemente fue la principal financista de campaña de Calos Alvarado y su exministra de Justicia. González dejó su puesto después de publicarse que adeudaba varios períodos del impuesto a las casas de lujo y que retuvo información solicitada por los periodistas que publicaron el caso.
Durante su gestión como diputado, Ramos impulsó y logró la aprobación de proyectos relacionados con sus posturas a favor del Estado como regulador. Por ejemplo, alcanzó la imposición de tasas máximas para definir el delito de usura y la regulación de comisiones para la colocación de datáfonos al comercio.
Ramos asegura que el mercado debe resolver distorsiones que dan pie a monopolios y oligopolios en sectores claves; que se debe promover una nacionalización de las compras del Estado; y que debe modificarse la repartición de la riqueza.
El exministro también ha sido insistente en que las empresas de zona franca deberían tributar por la repartición de dividendos y; ahora, entre sus propuestas de campaña, también ha mencionado impulsar que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) participe en la construcción de obra pública y dar a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) herramientas para que investigue opciones menos contaminantes de energía que el petróleo.
Hernán Solano
Hernán Solano Venegas (Pérez Zeledón, 54 años) se postuló como el precandidato inesperado de la contienda oficialista. Su perfil como ministro del Deporte fue más bien bajo.
Solano es afiliado del PAC desde 2008.
Al igual que Hidalgo, sus intervenciones en debates evidencian posturas que se asimilan más a las del actual equipo de gobierno.
Solano antes había sido miembro activo del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), e incluso trabajó como viceministro de Juventud entre 2002 y 2006. Ya en la primera administración del PAC, fue director ejecutivo del Consejo de Salud Ocupacional del Ministerio de Trabajo, entre 2014 y 2016.
Convención abierta
El PAC realizará su convención abierta este domingo 22 de agosto. Según informó la agrupación, dispondrá de 265 centros de votación y 371 juntas receptoras de votos, entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m.
La elección es abierta, con firma de adhesión, y los centros de votación se pueden consultar en la página del partido.
El partido oficialista tiene convenciones desde 2009. En aquel año, votaron más de 22.400, que dieron paso a la última candidatura del fundador Ottón Solís (71% de los votos) por encima de Epsy Campbell y Román Macaya.
Cuatro años más tarde, la votación alcanzó los 23.000 participantes, pero fue mucho más reñida. Luis Guillermo Solís (posterior presidente) se dejó la candidatura por un margen de 113 votos con el 34% de los mismos, por encima de Juan Carlos Mendoza, Epsy Campbell y Ronald Solís, en ese orden.
En la última convención, en 2017, participaron más de 41.000 personas. Carlos Alvarado (actual mandatario) se dejó la nominación, con el 57% de los votos, por encima del ahora de nuevo precandidato Ramos.
Ronald Alfaro, politólogo del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR, comentó que el principal reto para la figura que asuma la nueva candidatura del PAC será enfrentar el desgaste que genera ocho años en el Gobierno. Esta es una tarea difícil y que nunca ha sido superada por ningún partido político, pero tampoco imposible “por pequeña que sean” las posibilidades, afirmó.
“Cualquiera que salga de esto como candidato no tendrá otra alternativa. Usted no puede vender una idea de una candidatura presidencial oficialista con un cambio radical, porque eso ahuyenta su apoyo básico. Quien sea el candidato debe encontrar la forma de vender la continuidad, con cierto matiz, y eso no es fácil”, subrayó.-