El Ministerio de Hacienda realizó una conferencia de prensa, este 28 de julio, para insistir sobre la necesidad de que se le autorice al Gobierno para emitir $6.000 millones en títulos de deuda en el mercado internacional durante los próximos cinco años. Nogui Acosta Jaen, jerarca de la cartera, aseguró que no hacerlo acarraría consecuencias “gravosas” en materia de tasas de interés, tipo de cambio y el mismo acumulado de la deuda pública costarricense.
El Gobierno de la República urge a los diputados para que den su visto bueno al proyecto de deuda externa, que serviría para cubrir vencimientos de deuda externa e interna en dólares, en los próximos cinco años. Entre ellos, se incluye un vencimiento muy elevado por $1.000 millones, de un bono colocado durante la administración de Laura Chinchilla, cuya fecha de pago está pactada para el 26 de enero próximo.
“Esos vencimientos tienen un elevado impacto porque tenemos que decidir en dónde los financiamos”, afirmó en el espacio. “Una parte muy relevante son en moneda extranjera. Para los próximos cuatro años debemos recoger alrededor de $14.000 millones para vencimientos y, si no tenemos la opción de ir al mercado internacional por parte de esos recursos, tendremos que hacerlo en el medio local”, subrayó.
Eso, señaló, sería delicado en los más diversos ámbitos.
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Tasas de interés
El ministro Acosta recordó que los títulos de deuda externa se colocarían en lugar de endeudamiento que igualmente habría que buscar en el mercado local, el cual suele otorgarse en peores condiciones de tasas de interés y de plazos.
Sin embargo, aún si las tasas de interés fuesen iguales, el jerarca afirmó que acceder al mercado internacional sería más ventajoso, pues se evitaría presionar las tasas de interés en suelo costarricense con el impacto que ello acarrea para quienes ya tienen créditos y para el sector productivo que depende de ellos.
“Hoy tenemos tasas muy similares en el medio local y en el internacional, la pregunta entonces es en dónde voy a pedir prestado: en un mercado en donde las emisiones de Costa Rica no tienen un impacto sobre las tasas o en uno como el costarricense que, como es tan pequeño, subiría los tipos del resto. Queremos ir a un mercado en el que no incidamos sobre las tasas de interés y alejarnos del mercado local, en donde mis necesidades podrían hacer que las tasas suban más”, explicó.
En ese sentido, el ministro recordó que hasta un 42% de los créditos colocados en el mercado local están en dólares (el 97% en manos de no generadores de esa divisa) y que elevar sus cuotas sería oneroso para ellos y también para las entidades financieras y no financieras a cargo de sus operaciones.
“En el momento en el cual nosotros salgamos a captar recursos, vamos a generar un efecto adicional en ese incremento de las tasas”, comentó el jerarca, haciendo alusión a que ya ese es un campo en el que se verán subidas por las acciones de política monetaria que toman el Banco Central y demás autoridades monetarias del mundo para batallar contra la inflación.
Tipo de cambio
Acosta también señaló las eventuales implicaciones que tendría tener que acceder a los $14.000 millones de próximos vencimientos en el mercado local sobre el tipo de cambio.
Sin acceso a los $6.000 millones de títulos de deuda externa, Hacienda tendría que aumentar sus presiones sobre el mercado cambiario y aumentar la demanda de la divisa, que ya es más escasa que en años anteriores antes factores como los mayores costos del petróleo, el aumento de inversiones en esa moneda por parte de fondos de pensiones y el decaimiento todavía no superado del turismo internacional.
En caso contrario, con los popularmente conocidos como ‘eurobonos’ a mano, Hacienda podría cubrir con ellos hasta un 40% de los vencimientos en dólares de los próximos años y aliviar las presiones, observó Acosta.
Acumulado de deuda pública
El ministro también señaló en su conferencia de prensa que acceder al mercado extranjero es un paso trascendental para evitar un daño mayor al proceso en curso de saneamiento de las finanzas públicas, producto de una mayor presión sobre los tipos de interés.
Según datos preliminares, afirmó, el acumulado de la deuda pública alcanzaría un 61,3% del PIB en cuatro años si el país accede a los recursos de endeudamiento externo, pero si es necesario acudir al mercado local por ello, entonces el monto proyectado sería de 66,3% de la producción.
Esos datos, sin embargo, son preliminares. Según el jerarca, el Ministerio realiza actualmente un estudio para determinar el impacto en el alza de tasas de referencia nacionales e internacionales de los últimos meses sobre la deuda y las primeras apreciaciones son “preocupantes”.
Acosta también observó que realizar varias emisiones de bonos en el mercado externo en los próximos años permitiría acceder a plazos más amplios de pago y evitar así la situación actual, en la que cada cuatro o cinco años se van desplazando grandes cantidades de vencimientos.
En ese sentido señaló que por eso Hacienda considera importante aprobar los $6.000 millones de deuda externa para los próximos cinco años y no solo un tracto de $1.500 millones o menos, como ocurrió en 2019, porque eso solo sería “patear la bola hacia adelante”.
Hay tiempo
Hacienda batalla para obtener el permiso de la Asamblea Legislativa en este mes de agosto y realizar una primera emisión antes del ‘megavencimiento’ de $1.000 millones pactado para enero. Según afirmó Acosta, el proceso administrativo y legal para la colocación se puede realizar en un plazo de dos meses y medio aproximadamente; sin embargo, la prisa responde a a que se recomienda realizar este tipo de colocaciones antes del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), que se celebra el 24 de noviembre.
Según el documento de resumen de la última emisión hecha en noviembre de 2019, por el gobierno anterior, esto es así porque alguna parte del personal relacionado con los inversionistas sale de vacaciones y porque variedad de potenciales interesados en los bonos ya han cumplido con sus planes de inversión para esa fecha.
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Acosta afirmó ver buena voluntad de los diputados para autorizar la emisión, pues existe cierto consenso sobre su importancia. En ese sentido, destacó las reuniones desarrolladas en las últimas semanas entre representantes del Congreso y del Ejecutivo.
En cuanto a la responsabilidad en el uso de los recursos, señaló que el plan es únicamente usar los recursos para el pago de deuda. Asimismo, dijo que el país ya de por sí es vigilado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), entidad con la cual se desarrolla un programa de financiamiento por $1.778 millones que se liga precisamente a una ruta de estabilidad financiera.
Sobre otro tipo de compromisos de reducción del gasto público, afirmó que el país tiene poco que vender y que actualmente se hace un manejo estricto del gasto que se ve reflejado en las estimaciones de superávit primario (relación positiva entre ingresos y gastos del gobierno sin contar el pago de intereses de la propia deuda).