Las caídas frecuentes en el servicio eléctrico popularmente se relacionan con fenómenos climáticos, problemas ambientales y, por supuesto, incidentes en la postería provocados por accidentes de tránsito.
Los desprendimientos de árboles, la explosión de transformadores o las caídas de postes viejos también son parte de lo que la población observa comúnmente. Muchas de estas situaciones, a su vez, afectan las de distribución y acceso de los servicios Internet y televisión por cable.
En el caso de la electricidad solamente en un reciente partido de fútbol de primera división que se disputaba un sábado en el estadio de Pérez Zeledón ocurrieron dos apagones seguidos. El primero —según se apreció en la transmisión de una televisora nacional— afectó alrededor del estadio y el otro causó un momentáneo apagón en la cabecera del cantón San Isidro de El General, incluyendo viviendas, comercios y al hospital.
Tiempo atrás ocurrió un apagón en el centro de Heredia. Una lámpara de alumbrado público había caído —aparentemente por el peso de un ave— sobre el tendido eléctrico y causó la falla. El servicio fue restablecido una o dos horas después.
Los apagones no son únicamente “una molestia pasajera” que afecta a un evento deportivo, las transmisiones de televisión o a quienes disfrutan un videojuego, realizan teletrabajo o están en las labores domésticas. Tienen consecuencias en las operaciones y los costos de las empresas, también, en particular de las pequeñas y medianas con menor capacidad para disponer de sistemas de protección.
Más allá de las particularidades de cada caso: ¿Qué está ocurriendo? En 2021 se registraron 57.458 eventos en la red eléctrica nacional, que suscitaron la interrupción del suministro de electricidad a los abonados, de acuerdo con un informe de calidad del servicio de la Autoridad Reguladora de Servicios Eléctricos (Aresep).
El informe contabiliza las interrupciones de duración superior a los cinco minutos y también brinda datos de las fallas de suministro de menos o igual a un minuto.
¿Y cuál es la capacidad de respuesta de las empresas? El reporte, como leerán más abajo, detalla los tiempos que duran las cuadrillas ante cada interrupción, lo que a simple vista indica que podría estar faltando mayor eficiencia operativa.
El estudio indica que durante 2020 se produjo una disminución de la demanda de electricidad y que en el 2021 hubo una “recuperación significativa del mercado”, la cual alcanza los niveles de 2019 (cuando alcanzó el mayor pico en los últimos años).
Recordemos, primero, cuáles son las empresas encargadas del servicio de electricidad en Costa Rica:
Empresas de transmisión y distribución de electricidad | Porcentaje de abonados |
---|---|
Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), a carto de transmisión | 44,75 |
Compañía Nacional de Fuerza y Luz S.A (CNFL) | 31,52 |
Empresa de Servicios Públicos de Heredia S.A. (ESPH) | 4,9 |
Junta Administrativa del Servicio Eléctrico de Cartago S.A. (Jasec) | 5,54 |
Cooperativa de Electrificación de Rural de Guanacaste (Coopeguanacaste) | 4,58 |
Cooperativa de Electrificación Rural de Alfaro Ruiz (Coopealfaroruiz) | 0,42 |
Cooperativa de Electrificación Rural de Los Santos (Coopesantos) | 2,62 |
Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca) | 5,67 |
Fuente: Aresep |
Resultados generales
En 2020 y 2021 los usuarios del servicio eléctrico percibieron 9,5 y 8,05 interrupciones, respectivamente. A nivel de circuitos la frecuencia promedio de interrupciones por abonado fue de 6,7 veces, valor muy cercano a la referencia normativa de 7 horas.
Entre las causas externas se indica la falta de suministro eléctrico a nivel del sistema de transmisión y del parque de generación nacional, a cargo del ICE. También hay incidentes ambientales, por actividad humana y por caídas de origen externo a la red de distribución nacional (en la red eléctrica a nivel del istmo centroamericano).
Causas externas
De las 57.458 interrupciones del servicio eléctrico, la mayoría se originan en la red de distribución eléctrica (68%), especialmente por causas externas y en menor medida de origen interno (6.532 interrupciones).
—Lo ambiental: efectivamente, hay interrupciones relacionadas con situaciones ambientales (27.417) que incluyen flora (49%), fauna (22%), atmosféricas (17%), vientos (8%), lluvia (3%) y contaminación salina (1%).
—Las acciones humanas: ¿adivinen? La colisión de vehículos con postes de tendido eléctrico es la causa de mayor interrupciones de la electricidad (44%). Otras son: contaminación (20%), vandalismo (14%) y hurto de electricidad, materiales y equipos (11%). También hay interrupciones causadas por trabajos en exteriores de edificaciones que son ajenas a la red eléctrica: daños, sobrecargas y desconexiones, entre otras.
Causas internas
Es decir, de responsabilidad de las empresas: “del total de causas internas (6.532), un 77% se debieron a condiciones forzadas (fallas en la infraestructura eléctrica de la empresa) y un 23% a situaciones programadas de mantenimiento preventivo y correctivo”.
En el primer caso se incluyen fallos de materiales o equipos (89%), errores en maniobras de operación (4%), transformadores sobrecargados (3%) y deficiente calidad de materiales o equipo (3%).
Por empresas
Por operadores o empresas, las cooperativas rurales Coopeguanacaste y Coopesantos comparten con el ICE y su subsidiaria CNFL la mayor cantidad de interrupciones:
Empresa | Cantidad de interrupciones |
---|---|
Coopeguanacaste | 10,8 |
Coopesantos | 10,5 |
ICE | 8,8 |
CNFL | 7,9 |
ESPH | 7,4 |
Coopelesca | 6,2 |
Coopealfaroruiz | 3,6 |
Jasec | 2,7 |
Fuente | Aresep |
Varían los motivos según la empresa, por cantidad de veces:
Empresa | Atribuible al ICE | Causas externas | Causas internas |
---|---|---|---|
Promedio nacional | 0,6 | 4,19 | 3,3 |
Coopeguanacaste | 1 | 7,15 | 2,2 |
Coopesantos | 0,4 | 6,8 | 3,3 |
ICE | 0,6 | 4,9 | 3,3 |
CNFL | 0,5 | 2,8 | 4,5 |
ESPH | 1,2 | 4,9 | 1,3 |
Coopelesca | 0,4 | 5,4 | 0,5 |
Coopealfaroruiz | 1,5 | 1,7 | 0,4 |
Jasec | 0,2 | 1,1 | 1,5 |
Fuente: Aresep |
El informe de Aresep llamó la atención, en este caso, de varias situaciones: primero, la mayor cantidad de incidentes por causas internas en el caso de la CNFL, que relaciona con actividades de operación y mantenimiento (preventivo y correctivo), seguidas del mismo ICE y Coopesantos.
Tiempo por abonado
Que se interrumpa el servicio se puede decir que es normal. Otra situación es durante cuánto tiempo.
Según Aresep, el tiempo promedio de interrupción percibido por cada abonado fue de 10,8 horas (10 horas y 48 minutos) en 2020 y de 8,6 horas (8 horas y 36 minutos) en 2021.
A nivel de circuitos, el tiempo promedio de interrupción por abonado fue de 7,8 horas (7 horas y 48 minutos), valor superior en 1,8 horas (1 hora y 48 minutos) al valor normativo de referencia de 6 horas.
El tiempo promedio de interrupción por abonado fue distinto para cada empresa:
Empresa | Tiempo promedio de falla |
---|---|
Coopesantos | 12,3 |
ICE | 11,2 |
Coopelesca | 9,9 |
Coopeguanacaste | 8,1 |
CNFL | 6,4 |
ESPH | 5,4 |
Coopealfaroruiz | 3,4 |
Jasec | 3,3 |
Fuente | Aresep |
¿Está bien o está mal?
El informe indica que, según la encuesta realizada por IPSOS para Aresep, poco más del 70% de los usuarios considera poco frecuente que ocurran interrupciones y que los tiempos de espera para la restauración del servicio es poco o normal. Asimismo, 87% dice que las empresas eléctricas cumplen los horarios anunciados de interrupción.
Más allá de las percepciones, sin embargo, para evaluar la cantidad de interrupciones y saber si hay que preocuparse o no, Aresep se basa en los estándares tales como frecuencia promedio de interrupciones por abonado (FPI), y promedio de tiempo (duración acumulada) de interrupción por abonado (DPI), así como la norma técnica regulatoria AR-NT-SUCAL (Supervisión de la calidad del suministro eléctrico en baja y media tensión).
En síntesis: “se evidencia que en promedio los usuarios del servicio experimentan una cantidad de interrupciones, por encima del valor de referencia indicado en la norma o reglamento técnico AR-NT-SUCAL”.
Mientras que la norma establece que se puede aceptar hasta siete interrupciones por abonado, la cantidad de incidentes per cápita supera ese nivel desde 2013 al 2021. El año con más interrupciones fue el 2017, con 10,4 interrupciones, seguido del 2020 (el año del confinamiento y de aumento del teletrabajo y el estudio virtual) con 9,5.
Recordemos que se contabilizan las interrupciones eléctricas de más de cinco minutos y según la norma DPI no deberían ser mayores a los seis minutos. En esto, desde 2016 los promedios superan el estándar mínimo: en 2017 se alcanzó 15,1 y en 2020 10,8.
El reporte advierte: “durante los años 2013, 2014 y 2015 el indicador promedio anual se ubica muy cercano al valor de referencia normativo, pero a partir del 2019 presenta una tendencia creciente, por lo que es meritorio requerir que las empresas distribuidoras presten atención a las causas están haciendo incrementar este indicador, y a tomar las medidas necesarias para disminuirlo”.
¿Y cuál es el cumplimiento de estos indicadores por operador? Citemos:
—Por cantidad de interrupciones por abonado o FPI: “El ICE y la CNFL fueron las empresas distribuidoras que presentaron circuitos con valores del FPI por encima del límite de control de 24,6 veces”.
—Por duración o tiempo de la interrupción (el DPI): “Las empresas distribuidoras con mayor cantidad de circuitos con un DPI por encima de la media de todos los circuitos fueron: Coopeguanacaste (54 %), ICE (50 %), Coopesantos (63 %), Coopelesca (60 %), ESPH (13 %) y CNFL (17 %)”.
Dentro de una misma empresa distribuidora no todos los abonados están recibiendo una calidad similar. “Existen disparidades considerables del triple o hasta ocho veces la cantidad de interrupciones entre un circuito y otro en algunas empresas distribuidoras”, indica Aresep.
Fallas “instantáneas”
Todos los abonados o usuarios seguramente percibimos o padecemos de las pequeñas fallas o interrupciones del servicio, esas que provocan reiniciar computadoras y esperar que el equipo de wifi vuelva a funcionar con normalidad cuando no se tiene UPS (las “baterías” o sistemas de alimentación ininterrumpida que permite poder seguir trabajando o jugando durante un tiempo limitado cuando hay un corte eléctrico).
El informe de Aresep da algunos datos bajo los indicadores frecuencia de interrupciones momentáneas (FIM), frecuencia de interrupciones temporales (FIT) y frecuencia de interrupciones prolongadas (FIP).
Veamos la frecuencia según empresa:
Empresa | Momentáneas | Temporales | Prolongadas |
---|---|---|---|
Promedio nacional | 9,1 | 3,0 | 2,5 |
Coopealfaroruiz | 0 | 0 | 3,0 |
Coopelesca | 0 | 0 | 1,5 |
ESPH | 0,6 | 1,5 | 4,2 |
Jasec | 1,7 | 1,8 | 1,2 |
CNFL | 6,9 | 3,7 | 4,1 |
ICE | 14,1 | 3,3 | 4,1 |
Coopeguanacaste | 14,0 | 3,3 | 1,4 |
Coopesantos | 3,1 | 3,4 | 1,0 |
Fuente: Aresep |
El informe destaca los casos de Coopealfaroruiz y Coopelesca donde los usuarios no experimentan interrupciones temporales ni momentáneas, “según los datos reportados por las empresas eléctricas”. En el extremo contrario está el ICE y Coopeguanacaste.
Respecto a los otros indicadores, el informe dice:
—”En lo que respecta a interrupciones temporales, resulta importante mencionar que los abonados de Coopesantos, ICE y CNFL, experimentaron una cantidad superior al promedio nacional (3,4, 3,3 y 3,7 respectivamente)”.
—”Los abonados de la ESPH y los de la CNFL fueron los que percibieron una cantidad de interrupciones muy por encima del promedio nacional”.
Tiempo de respuesta
El tiempo promedio de atención de las interrupciones en 2021 fue de 2,5 horas (2 horas y 30 minutos).
Según Aresep, ese tiempo se divide así:
—Organización para la atención de la perturbación: 1,9 horas (1 hora y 54 minutos).
—Desplazamiento hacia el lugar: 1,6 horas (1 hora y 36 minutos).
—Localización de la avería o falla en la red: 0,2 horas (12 minutos).
—Reparación de daño: 1,8 horas (1 hora y 48 minutos).
Es decir, se dura más en la organización de la atención que en su reparación de la interrupción.