El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió este este martes con el presidente de la República, Rodrigo Chaves. Como era previsible, el encuentro deparó declaraciones de calidez recíprocas, como las del mandatario costarricense, que llamó a Estados Unidos “el principal aliado de Costa Rica en el mundo”, o como las del jerarca norteamericano, que señaló a Costa Rica como un país “amigo y aliado de Estados Unidos”, que comparte “valores, historia y pueblos”.
Luego del encuentro, el presidente Chaves aseguró que la reunión sirvió para dejar patentes múltiples coincidencias con las prioridades de Rubio y de la nueva administración de Donald Trump, en la potencia norteamericana. Asimismo, dijo haber llegado a “acuerdos importantes” en campos como migración —“entendiendo que Costa Rica, como una de las sociedades más prósperas de América Latina, es un destino de migración”—, de lucha contra el crimen organizado y de ciberseguridad.
En tanto, Rubio señaló directamente los intereses estadounidenses en relación las redes 5G de Costa Rica, campo en el cual el gobierno costarricense firmó un decreto que tendría el efecto de limitar la participación de la empresa china Huawei, al implementar el Acuerdo de Budapest del cual China no participa. “Ustedes han sido muy firmes en que no van a permitir, en su país, que entren compañías que amenacen a la seguridad nacional”, apuntó.
El estadounidense también señaló que se dará apoyo a Costa Rica en materia de narcotráfico, sobre lo cual dijo que se estudiará cómo “involucrar a la DEA y el FBI” con los equipos técnicos costarricenses y “hacer investigaciones relacionadas con cosas como la droga que tiene destino a Estados Unidos”.
En materia de migración, por otra parte, indicó que se trabajará de forma conjunta para identificar a personas peligrosas para la seguridad de Estados Unidos (como se ha hecho anteriormente) y de la propia Costa Rica, entre quienes pasan por el territorio centroamericano para llegar a suelo norteamericano. En ese sentido, afirmó que se ampliará la cooperación en materia de datos biométricos para identificar personas vinculadas con terrorismo y otras actividades criminales.
Costa Rica es la tercera escala de Marco Rubio en su primera gira como Secretario de Estado, la cual enfocó en Centroamérica y el Caribe.
Antes pasó por Panamá, en donde centró su visita las negociaciones con el gobierno de ese país para reducir la influencia de China sobre las operaciones del Canal de Panamá; y también visitó El Salvador, en donde Nayib Bukele ofreció a Estados Unidos las megacárceles salvadoreñas para recluir a “criminales”, incluso estadounidenses, y ambas autoridades firmaron un acuerdo de cooperación en materia de energía nuclear.
We have offered the United States of America the opportunity to outsource part of its prison system.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 4, 2025
We are willing to take in only convicted criminals (including convicted U.S. citizens) into our mega-prison (CECOT) in exchange for a fee.
The fee would be relatively low for… pic.twitter.com/HTNwtp35Aq
TLC y Nicaragua
El encargado de la Casa Blanca para América Latina, Mauricio Claver-Carone, calificó recientemente como “absurdo” que “la mayoría de las exportaciones de Nicaragua vengan a Estados Unidos”.
En ese sentido, añadió que Rubio trataría con Costa Rica la posibilidad de retirar a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (Cafta, por sus siglas en inglés).
Sobre ese punto, consultado por la prensa, Rubio señaló que los regímenes de Nicaragua, Venezuela y Cuba son “enemigos de la humanidad” y creadores de una “crisis migratoria”. Sin embargo, añadió que “todavía la administración no ha tomado una decisión” en relación con el Cafta y sobre el papel que tendría Nicaragua.
“Eso hay que estudiarlo bien porque hay impactos que tiene sacar a un país y puede tener impacto también sobre países vecinos, que también son parte de ese arreglo. Es algo que se va a tomar muy en serio, pero hasta este momento todavía no se ha establecido una posición oficial”, declaró, en perfecto español, por su ascendencia cubana.
La eventual exclusión de Nicaragua del TLC es una idea que plantea dificultades económicas para la región, incluida Costa Rica.
Por ejemplo, Costa Rica apenas importó bienes nicaragüenses por $202,7 millones en 2024, pero exportó a ese país productos por $782,3 millones. En otras palabras, se trata de una relación superavitaria a favor del país. Asimismo, Nicaragua es una zona de tránsito para la mayoría de mercancías que el país exporta al resto de Centroamérica: región que, junto con Panamá, es el tercer principal destino del comercio costarricense, apenas por detrás de la Unión Europea y con el que Costa Rica también tiene un superávit de más de $2.000 millones.
En ese sentido, Daniel Ortega ha demostrado que no tiene reparos en cerrar sus fronteras para castigar a Costa Rica durante disputadas anteriores.
“Amigos” y “enemigos”
Rubio también aprovechó su visita para reafirmar que la nueva administración Trump plantea aplicar una política de países “amigos” y “enemigos” de Estados Unidos, en la cual “es mejor ser amigo que enemigo”.
Puntualmente, señaló el asunto como una de sus “prioridades”.
“Desafortunadamente”, dijo, “eso no ha sido así”. "Hemos visto, bajo varias administraciones en el pasado, que a veces parece mejor ser enemigo de Estados Unidos que amigo, porque si eres amigo te ignoran o a veces te critican, pero si eres enemigo se buscan arreglos o concesiones", subrayó,
En ese sentido, calificó a Costa Rica como un país cooperante con Estados Unidos y que se vería beneficiado.
“Eso va a cambiar para el presidente Trump y espero que este tipo de visitas, como el día de hoy, sea seña de que Estados Unidos va a ser un amigo de sus aliados y de que va a trabajar junto con sus aliados”, concluyó.
Estados Unidos es el principal socio comercial y el principal emisor de turistas para Costa Rica. En 2024 Costa Rica registró exportaciones de bienes por $21.846,2 millones, de los cuales un 46% fueron a Estados Unidos. Por otra parte, las importaciones de bienes ascendieron a $28.790,5 millones, de los cuales un un 40% ingresaron desde Estados Unidos.
En ese sentido, las relaciones diplomáticas con la potencia occidental son críticas para el país.
El peso estadounidense es mucho más grande que el europeo o el de su principal rival en la actualidad, China, a pesar de que su influencia en Costa Rica y el resto de la región latinoamericana ha crecido sustancialmente en las últimas décadas.
Costa Rica rompió sus relaciones con Taiwán en 2007, durante el segundo mandato del expresidente Óscar Arias, y asumió una postura más abierta en sus relaciones bilaterales con China. Ese fue un viraje diplomático que luego se replicó en otros países de la región. Desde entonces, las importaciones de bienes desde el gigante asiático crecieron un 440%, hasta alcanzar los $4.115,7 millones en 2024, lo cual representa un 14% del total de productos internados al territorio costarricense en ese período.
Durante el período de consultas de la prensa, se le consultó al presidente Rodrigo Chaves sobre su visión, como economista, en relación con los planteamientos de la administración Trump tendientes a suspender o recortar programas de asistencia de Estados Unidos a otras regiones, así como sobre el impacto que ello podría tener frente a la competencia china. El mandatario, sin embargo, no respondió. Rubio, por su parte, dijo que la ayuda internacional no se eliminará, sino que se replanteará para que “tenga sentido”.
Colaboró la periodista Tatiana Soto.