“Estoy seguro de que el Presidente tiene toda clase de presiones. Si yo aquí, como viceministro tengo una posición complicada, no puedo imaginar el nivel de complicaciones que puede tener ahora”, señaló el exviceministro de Transportes Sebastián Urbina, después de que el Presidente de la República considerara destituirlo.
La medida ocurre un día después de que el Presidente asegurara que no ejecutaría ninguna destitución, que no cambiaría la posición del Gobierno y que no cedería ante presiones de ningún grupo.
Al menos una de sus promesas falló, lo que el exfuncionario –entre su asombro- considera parte de una táctica política del mandatario.
"La medida me tomó por sorpresa (...) yo le creo cuando dijo que removerme de las discusiones y, ahora del cargo, es solamente una táctica política para darle espacio a las negociaciones con los autobuseros para que se pueda implementar el proyecto" destacó a EF.
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Tácticas y redes
Durante los últimos ocho meses Urbina procuró reunirse con empresas autobuseras de Desamparados para efectuar parte de su plan de sectorización y cobro electrónico que procuraba disminuir la cantidad de rutas que entran a San José.
“Solo una de las tres (empresas) ha querido reunirse: las otras dos han tenido una resistencia absoluta para discutir. Les he pedido que discutamos horarios, flota y recorridos, pero no han querido hacerlo”, afirmó.
Las tensiones desembocaron en la exigencia de los grupos autobuseros de cambiar al interlocutor del Gobierno: una decisión adoptada por el presidente Luis Guillermo Solís el 20 de junio. Un día después, el viceministro publicó en redes sociales un comentario que –según el Ministro de Obras Públicas y Transportes, Carlos Villalta- podría haber generado su destitución.
Las decisiones en transporte público hay que tomarles anteponiendo los interés de la ciudadanía sobre los de cualquier grupo económicoEF: ¿Cree que las decisiones estén tomándose de esa manera en este momento?— Sebastián Urbina (@surbica) 21 de junio de 2016
Urbina: Yo… Tengo la esperanza de que se pueda llegar a implementar proyectos importantes como la sectorización y el pago electrónico basados en ese principio.
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Comunicación y coordinación
El cambio repentino de posturas en Casa Presidencial denota falta de comunicación y coordinación en el gabinete. Así lo evalúa el politólogo Gustavo Araya.
El diputado Rolando González agrega que la destitución agrega más contradicciones sobre la postura del Poder Ejecutivo con respecto al conflicto con los autobuseros.
“Sin embargo, depositar en el Ministro de Obras Públicas y Transportes la atención de este tema es un acto inteligente e incluye a un interlocutor fresco y calificado para atender el problema” agrega.
Otras salidas
Hasta la fecha, el Poder Ejecutivo ha perdido ocho de sus ministros: el último de ellos fue Carlos Segnini, jerarca en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes. Otras siete jerarquías han sido destituídas hasta la fecha: Seguridad (Celso Gamboa), Salud (María Elena López), Ciencia y Tecnología (Gisela Kopper), Presidencia (Melvin Jiménez), Turismo (Wilhem Von Breymann), Cultura (Elizabeth Fonseca) y Justicia (Cristina Ramírez).
El sector transportes ha sido siempre un área de intensos cambios jerárquicos. En promedio desde el 2000, Costa Rica cambia su Ministro de Obras Públicas y Transportes cada año y cuatro meses. Es decir, como media, cada Gobierno nombra a tres jerarcas en el área.
Urbina también enfrentó otros conflictos con sectores de transporte. Destaca, por ejemplo, su negativa ante Uber que considera un esquema ilegal y en donde delegaba la regulación como competencia de la Asamblea Legislativa.