Sídney (Australia).- Los ministros y representantes de doce países firmaron el 3 de febrero en la ciudad neozelandesa de Auckland el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, en inglés) que representa alrededor del 40% del PIB mundial.
El TPP fue rubricado por los ministros y representantes de Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Perú, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.
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El nuevo bloque económico prevé que el proceso de ratificación por los distintos parlamentos nacionales dure unos dos años.
El acuerdo refleja "la confianza en que la apertura y la integración de nuestros mercados e inversiones propiciará la prosperidad de nuestros pueblos", dijo el primer ministro neozelandés, John Key, durante el acto.
Key destacó que el pacto supone un tercio del comercio mundial del planeta y abarca un mercado de 800 millones de personas, y adelantó que su Gobierno lo presentará al Parlamento el próximo martes para que sea ratificado.
Tras la firma del TPP, que ha sido considerado como un contrapeso a la influencia económica de China en la región, los países firmantes se mostraron dispuestos a abrir el acuerdo a más miembros, incluido el gigante asiático.
"El TPP no se dirige contra un país en particular sino hacia el establecimiento de estándares más altos para la región. Estamos vinculados a China, como todos los países de la región y es importante tener una relación económica constructiva con ellos", dijo el representante de Comercio Exterior de EEUU, Michael Froman.
Indonesia y Filipinas han manifestado en los últimos meses su interés por incorporarse a este tratado comercial, así como países latinoamericanos como Colombia.
Por su lado, el ministro chileno de Exteriores, Heraldo Muñoz, remarcó que el TPP es "perfectamente compatible" con el avance del Área de Libre Comercio del Asia Pacífico, promovido por el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), que incluye a China.
"China es el principal socio comercial de Chile y esperamos profundizar esta relación, por lo que pensamos que debemos converger en lugar de verlo como una divergencia", dijo Muñoz en rueda de prensa.
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La firma tuvo lugar en medio de fuertes medidas de seguridad en Auckland, donde centenares de personas se manifestaron en contra de este acuerdo comercial y mostraron carteles con lemas como "si la injusticia es la ley, la rebelión es nuestro deber".
El TPP ha sido criticado por el secretismo que ha rodeado a las conversaciones, que empezaron en 2010 y concluyeron el pasado octubre.
ONGs y centrales sindicales han alertado de la amenaza que representa esta alianza para, entre otros, los derechos laborales, el acceso a los medicamentos y el medio ambiente.